Lee y busca en El Tercer Testamento
 
 
Búsqueda avanzada
  Símbolo n.º 11    La solución del misterio de la vida
669.    La finalidad del símbolo n.º 11
670.    La solución del misterio de la vida no está constituida por un lugar, ni puede encontrarse o expresarse por medio de resultados procurados por pesos y medidas
671.    Los resultados de la ciencia materialista proclaman efectos carentes de vida. La revelación de la presencia del yo tras toda creación y en cada ser
672.    El yo como constituyendo "la primera causa" de toda creación o desencadenamiento de energía, y las realidades por medio de las que este yo se convierte en un hecho
673.    Resultados de las manifestaciones de vida. La naturaleza se manifiesta como constituyendo "un ser vivo"
674.    La actitud del hombre primitivo y del hombre intelectual frente a la naturaleza está, en cierta manera, en la misma longitud de onda. Seres que niegan todo lo que se encuentra por encima de la zona física
675.    Por qué el ser primitivo "cree", y el ser cósmico posee conocimiento
676.    Con respecto a su actitud frente a la solución del misterio de la vida, el hombre terreno constituye tres categorías: "los creyentes", "los no creyentes" y "los que tienen conocimiento"
677.    Los seres que tienen la madurez necesaria para la solución del misterio de la vida
678.    El principio mortífero es el punto central de la gran pregunta: "Qué es la verdad". El símbolo y el macrocosmos, el microcosmos y el mesocosmos
679.    La figura de la estrella de doce puntas del símbolo representa la solución del misterio de la vida o sus 12 resultados básicos. Lo que se requiere para comprender la solución del misterio de la vida
680.    Figura n.º 1 de la estrella – Todo es "algo"
681.    Figura n.º 2 de la estrella – Causa y efecto
682.    Figura n.º 3 de la estrella – Lógica
683.    Figura n.º 4 de la estrella – Pensamiento o creación de ideas
684.    Figura n.º 5 de la estrella – El ser vivo
685.    Figura n.º 6 de la estrella – "Yo" y "esto"
686.    Figura n.º 7 de la estrella – La causa sin causa
687.    El yo como dando un resultado que no puede expresarse en pesos y medidas. La facultad de experimentar como una cualidad inferior
688.    Decimos "yo", "nosotros" y "nuestro". ¿Por qué el cerebro no puede ser el origen de la vida?
689.    En el material de experiencias del hombre terreno no hay nada que demuestre que algo puede crearse a sí mismo
690.    Una relación de perspectiva mental. Por qué las cosas producidas por el hombre se aceptan como pruebas irrefutables de la existencia de un ser vivo, mientras las producciones propias de la naturaleza no se aceptan como formando tales pruebas, aún cuando han sido creadas de una manera igualmente lógica o útil
691.    Zonas cercanas y lejanas y su influencia sobre la facultad de conocer
692.    Un medio para conocer los detalles de la zona lejana de nuestro campo mental
693.    Creer que los detalles de la zona lejana se han creado a sí mismo va contra lo que es normal
694.    "La causa sin causa" constituye un centro muy íntimo frente al cual todo lo otro sólo puede existir como periferia. Esta "causa sin causa" constituye un ser vivo
695.    "La causa sin causa" constituye nuestro yo. Este yo no tiene nombre y, debido a ello, lo llamamos "X1"
696.    El yo tiene una facultad creadora, que por naturaleza carece asimismo de nombre y se expresa como "X2"
697.    El resultado del yo y de su facultad creadora tampoco tiene nombre y se expresa como "X3"
698.    Figura n.º 8 de la estrella – El principio trino
699.    Figura n.º 9 de la estrella – "A imagen y semejanza de Dios"
700.    "La imagen de Dios" no puede expresarse por medio de ningún fenómeno temporal, sino que aparece como seres dentro de seres, organismos dentro de organismos, y, de este modo, convierte a los seres que nos rodean y al entorno en una fracción de "la imagen" y presencia "de Dios" para nosotros
701.    Los sentidos sólo pueden abrirse a la profusión de rayos de Dios entrenándose en el ejercicio del amor. La visión que tiene el hombre terreno de la Divinidad y de los otros seres cuando le falta este entrenamiento
702.    Atribuirle a la Divinidad todo lo que nos parece "bueno" y no atribuirle todo lo que nos parece "malo" no es una adoración a Dios en "espíritu y verdad". Es una adoración de sí mismo y, por consiguiente, un acto de idolatría
703.    No podemos experimentar a nuestro prójimo sin que éste sea la residencia de la Divinidad. Quién es este prójimo
704.    Amar al prójimo independientemente de sus producciones es amar a Dios sobre todas las cosas. Y sólo este amor es lo mismo que adorar a Dios en "espíritu y verdad". Y sólo por medio de él nos convertimos en uno con el Padre, la verdad y la vida
705.    El yo ha existido antes de su organismo actual. La ciencia está atada de una manera dogmática a los resultados de pesas y medidas
706.    Los conceptos "un acto sexual", "el niño" y "los padres" sólo cubren combinaciones de energías y constituyen, por lo tanto, resultados de pesos y medidas
707.    La muerte no puede ser en ningún caso cese de vida, sino que forma parte de la creación o promoción de la experimentación de la vida. Si la muerte no existiera sería imposible todo tipo de creación
708.    La muerte es un principio, con el que trabajamos cada segundo de nuestra existencia y del que no podríamos prescindir en absoluto. Por qué los seres le temen a la muerte
709.    El organismo constituye una combinación o bloque de energía que se basa en la lógica y convierte, con ello, un "algo" preexistente, que piensa y dirige la voluntad, en un hecho. Que la creación del organismo aparezca como una función automática convierte todavía más en un hecho que la creación del organismo actual sólo es un simple eslabón de una cadena infinita de creaciones de organismos así con el mismo yo como origen
710.    Por qué un organismo no es eterno. La reencarnación o renacimiento como algo necesario
711.    Nuestra experimentación de la vida sólo puede existir como una relación cambiante entre los dos contrastes "luz" y "oscuridad". Esta relación sólo puede ser un caminar hacia la luz o un caminar hacia la oscuridad. El móvil de esta relación es el hambre y el fin último es la saciedad
712.    La vida es un movimiento rítmico entre los dos polos contrarios "descanso" y "actividad". Este ritmo es la respiración o pulsación eterna de la vida misma
713.    ¿Crea la naturaleza en millones de hombres un apetito o un hambre desmesurada para la que no hay ninguna satisfacción?
714.    En virtud de la ley de percepción, que requiere que cada cosa tenga su contraria, hay una satisfacción para cada forma de hambre
715.    Que un ser pueda tener deseos, que de ninguna manera pueden satisfacerse en su vida actual, es prueba de que la existencia de este ser se extiende más allá de la duración de su organismo actual
716.    El hambre, el anhelo o la insatisfacción sólo pueden existir como una condición previa de todo bienestar. Deseos y anhelos insatisfechos como hilos o lazos que enlazan a los seres con una existencia que va a continuar más allá de la muerte y la tumba
717.    "La muerte" no puede interrumpir los desencadenamientos de energía que los anhelos representan. En la naturaleza no hay ningún desperdicio. La casualidad y el caos son ilusiones y sólo existen como un contraste "imaginario" al intelectualismo, que los métodos de creación propios de la naturaleza han convertido en modelo o base de toda enseñanza, escuela o centro docente, revelando de esta manera a la naturaleza como la conciencia de Dios
718.    En el momento de la muerte todos los seres están inacabados. La naturaleza tiene una intención con el estado inacabado de los seres
719.    La creación de caos absoluto es algo desconocido para la naturaleza. La creación de caos como un objetivo consciente sólo puede tener lugar como el contraste imaginario a la realidad, que resplandece alrededor de nosotros como un hecho
720.    La vida misma confirma la inmortalidad de los seres como un hecho
721.    El principio paterno no es ningún impedimento para la identidad del ser como autoridad suprema en la formación de su propio organismo
722.    Es en un hecho que el organismo constituye un fragmento de una idea o plan que únicamente puede manifestarse de manera terminada por medio de una serie muy grande de organismos sucesivos
723.    El organismo físico de cada ser carece de sentido si no se considera como un fragmento de una idea o plan, que el conjunto de los organismos de todos los seres vivos convierte en un hecho
724.    Que tras la creación de organismos hay un deseo de unas dimensiones tan grandes, que su ciclo y, por consiguiente, su cumplimiento no puede concluirse en el tiempo de existencia de un simple organismo, se convierte en un hecho por medio de la aparición del organismo como un peldaño de una escala y del horror del ser a la muerte. En el deseo del ser, de continuar existiendo más allá del tiempo de existencia del organismo actual vemos reflejada físicamente la idea que hay tras la creación de organismos
725.    La existencia de esta idea que se refleja es un hecho por medio de las palabras y los resultados inmortales de los grandes profetas y redentores del mundo, que, a pesar de todo el materialismo, se presentan todavía con mayor luminosidad como el codiciado objetivo y el puerto mental lleno de paz para todos los hombres terrenos. Todos corren hacia el cumplimiento del mensaje de Navidad "Paz en la Tierra", pero sus caminos son distintos
726.    Todas las formas de guerra no son una lucha a favor o en contra de la luz, cuya posesión es el más profundo deseo de todos, sino exclusivamente una lucha en torno a la luz o a la envoltura anticuada, a la terminología o al revestimiento lingüístico de los ideales
727.    El materialista empedernido vive, en el fondo, con la esperanza de la existencia de la luz que niega. Si no viviera con esta esperanza
728.    Si la inmortalidad de los seres no existiera
729.    El renacimiento como el único fenómeno que puede garantizar que los destinos de los seres no sean sinónimo de caos o casualidad
730.    Una mirada retrospectiva a los resultados sobre los que se funda el décimo resultado básico, "la inmortalidad"
731.    Figura n.º 10 de la estrella – Inmortalidad
732.    El renacimiento hace del ser el señor del tiempo
733.    Por qué los seres vienen al mundo con aptitudes, facultades y disposiciones diferentes. Nadie recibe facultades o disposiciones en herencia
734.    Cómo surgen los talentos y las disposiciones
735.    Cómo se ve que el talento no perece con el organismo físico. Que los talentos se muestren como la expresión de un estadio, los convierte en idénticos a un grado de experiencias que el individuo, en ocasiones, sólo puede haber adquirido en vidas anteriores
736.    Los núcleos de talentos no pueden ser una herencia de los padres, sino una consecuencia de la propia experiencia y ejercitación del ser en vidas anteriores
737.    El desarrollo de los talentos en forma de "conocimiento-A", "conocimiento-B" y "conocimiento-C"
738.    Con el análisis del desarrollo de los talentos, la lógica o el método perfecto de todas las funciones de los órganos se revela como una documentación real de que antes de la existencia actual nuestro yo ha tenido una existencia, que nos es imposible abarcar, y sin la cual esta existencia actual sería imposible
739.    El talento es "conocimiento-C", que el yo ha transmitido de vidas pasadas a su vida actual en virtud de su elemento de destino y de la función de sus núcleos de talentos
740.    Si el renacimiento no existiera la existencia sería la culminación de la injusticia. La perversidad sería la función normal de la naturaleza
741.    El sufrimiento de los seres no puede justificarse con que favorece a los sucesores. Sin renacimiento cada estadio evolutivo se convierte no sólo en superfluo, sino también directamente en imposible
742.    El análisis del desarrollo de los talentos es necesario para llegar a la revelación total de la verdad. Si el renacimiento no existiera, y nosotros sólo existiéramos en nuestra vida presente, tendríamos que temer a la Divinidad más que al diablo. La consecuencia lógica del concepto de Dios de la concepción cristiana no tiene ninguna relación con la verdadera vida real
743.    Las condiciones que hicieron que el cristianismo pudiera convertirse en un conocimiento de la vida sobre el cual una civilización o cultura humana pudo comenzar a ver la luz del día
744.    Por qué las religiones autorizadas más importantes se descomponen en pequeñas sectas o comunidades intolerantes, que en mayor o menor grado, se hacen la guerra mutuamente
745.    Negando la reencarnación, a las autoridades religiosas les falta el elemento lógico, intermedio que une los grandes resultados religiosos con la realidad. Una vida eterna tras la muerte no puede justificar los actuales sufrimientos inmerecidos de los seres, del mismo modo que una vida eterna no es nada que pueda surgir. La crucifixión de un ser inocente por los pecados de los culpables tampoco puede sustituir el elemento lógico que falta entre los resultados transmitidos y la verdadera vida, es más, incluso se mostrará cada vez más como algo que ensucia a la Divinidad que es pura y ama con amor universal
746.    El hambre de los seres de un verdadero puente intelectual desde los grandes resultados hasta las experiencias prácticas de la vida diaria no puede seguir satisfaciéndose con fórmulas de fe, sino exclusivamente con un conocimiento científico de "la inmortalidad" y del consiguiente renacimiento
747.    Lo que hemos visto en virtud del análisis del desarrollo de los talentos
748.    Las bendiciones de la reencarnación o renacimiento
749.    El destino del ser es su propio camino celestial, creado por él mismo, a través de las esferas de luz, espacio y tiempo del universo o mentalidad de la Divinidad misma
750.    Las vidas terrenas y el destino
751.    Figura n.º 11 de la estrella – "Como un ser siembre, así cosechará"
752.    Lo que la revelación del misterio de la vida nos ha mostrado. El universo es lógica culminante y, por consiguiente, pensamiento, conciencia y voluntad intelectual o amor culminante
753.    La divinidad se convierte en un hecho. Se nos da acceso a que hablemos con la Divinidad como uno habla con su prójimo. Nuestro prójimo es el instrumento de percepción de la Divinidad frente a nosotros
754.    Nuestra relación con nuestro prójimo es lo mismo que nuestra relación con la Divinidad y es la base de la relación de la Divinidad con nosotros. Un contacto "telepático" con la Divinidad no es siempre necesario
755.    Cuando el contacto telepático con la Divinidad es necesario. La limitación de nuestro prójimo con respecto a la percepción es la limitación de lo que la Divinidad puede experimentar por medio de él
756.    La oración personal, a solas, a la Divinidad se basa en la telepatía. La telepatía es una transmisión psíquica de pensamientos a seres psíquicos, cuya misión es servir a quienes se dirigen a la Divinidad por medio de la oración. La actuación de estos seres sirve de base a lo que llamamos "milagros"
757.    Que tenga lugar un "milagro" es igual de natural que cualquier otra forma de creación. "Los espíritus protectores" o "los ángeles". Por qué una oración a la Divinidad no tiene siempre como consecuencia una respuesta "milagrosa". Las oraciones que son escuchadas
758.    La correspondencia íntima con la Divinidad se convierte en "conciencia cósmica"
759.    La forma "íntima" y la forma "física" de dirigirse a Dios
760.    Cuando uno puede esperar una relación verdaderamente íntima con la Divinidad y que su ruego sea escuchado
761.    Un suplemento a la solución del misterio de la vida que hace este misterio todavía más divinamente luminoso y reconfortante. La existencia de todo ser vivo es una conversación con la Divinidad. La relación es como de "padre e hijo".
762.    Figura n.º 12 de la estrella – "Todo es muy bueno"

Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.