Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
Véase el símbolo nº 11 en nueva ventana    

 

Figura n.º 3 de la estrella – Lógica   682. La figura n.º 3 de la estrella manifiesta que, tras una observación más detallada, este despliegue de causa y efecto se muestra totalmente lógico. Es en un hecho que es así por todos los fenómenos que son un producto inalterable de esta lógica. Sólo necesitamos ver nuestro propio organismo de carne y sangre. ¿No hay acaso que admitir aquí la existencia de una lógica casi incomprensible en los procesos creadores de la naturaleza que, partiendo de un sol incandescente o un estado de fuego, a lo largo de los tiempos ha podido transformar las materias en esta obra maestra de química, física y técnica? Negar aquí la existencia de una lógica tan rotunda es lo mismo que pretender que los instrumentos de precisión más perfectos de la existencia, por medio de los que no sólo se puede oler, saborear, oír, ver y percibir, sino que también se puede pensar, son una mezcla de casualidades. Pero cuando las casualidades pueden reunirse de una manera tan perfecta y convertirse en instrumentos tan perfectos para la manifestación, la creación o la experimentación de la vida, que ningún pensador genial o experto en lógica habría podido crearlos mejor o más adecuados, ¿por qué este pensador o creador genial no puede manifestar con sus casuales despliegues de energía la misma perfección o precisión lógica? ¿No es, acaso, un hecho que en todo lo que hacemos tenemos que usar el más sutil pensamiento lógico para alcanzar, de manera correspondiente, un resultado lógico o perfecto? ¿Por qué esta facultad lógica tiene que ser necesaria con respecto a nuestra propia creación e innecesaria en la creación de la naturaleza? ¿Cómo puede ser que el océano de casualidades de la naturaleza pueda dar como resultado una creación genial, lógica o útil al cien por cien cuando nuestro propio despliegue de casualidades sólo puede resultar en un caos total? ¿Cómo puede ser que la naturaleza pueda producir esa genialidad en la creación o producción que nosotros sólo podemos obtener en virtud de un sentido de la lógica genial o talento intelectual? Creer que, precisamente, es así, ¿puede ser digno de ser creído por un hombre de ciencia o investigador evolucionado? No, la lógica propia de la vida al crear es un factor demasiado elevado o dominante para ello. La manifestación de cada ser vivo, su respiración, su digestión, en fin, dicho brevemente, todas las funciones normales de su organismo serían algo imposible sin este fenómeno divino. Si a esto se le añade además el océano de resultados perfectos en la creación de minerales, plantas y animales, no será difícil ver lo inalterable que es este tercer resultado básico del misterio de la vida.
      Que en el símbolo esto se exprese por medio del símbolo de la cruz se debe a la circunstancia de que la cruz, como más tarde veremos de nuevo, representa la percepción perfecta por medio de la cual el individuo no sólo ve resultados de pesos y medidas, sino que también ve las cosas o movimientos como "resultados de manifestación de vida".


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.