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Los núcleos de talentos no pueden ser una herencia de los padres, sino una consecuencia de la propia experiencia y ejercitación del ser en vidas anteriores   736. Afirmar que los talentos se heredan de los padres no puede conciliarse con ninguna forma de lógica, aparte de que esta afirmación no puede de ninguna manera crear ni el más microscópico fundamento, ni la más mínima partícula de circunstancias atenuantes de toda la injusticia que representa el estado desigual de oportunidades para los seres. Si la herencia fuera el fundamento de los talentos innatos de los seres, ¿de dónde vienen entonces todos los talentos que caracterizan al hombre actual, talentos que eran totalmente desconocidos o imposibles en la época de nuestros antepasados? ¿De quién han heredado los hombres el talento para la genial técnica actual y la motorización de las fuerzas o facultad de convertir los elementos en fuerza motriz para nuestra creación o para la satisfacción de nuestros deseos y anhelos? ¿No es, acaso, algo conocido que nuestros antepasados no tenían teléfono, radio, películas, coches, aviones ni ninguno de los otros productos, fruto del talento mental y físico en el que hoy culminamos, y que hoy tenemos en sobreabundancia? Pero, ¿de quién hemos heredado los núcleos de talentos para crear todos estos fenómenos? Sí claro, los hemos adquirido, naturalmente, por medio del pensamiento, la experiencia y el ejercicio, dirá quizá el escéptico. Bien, pero si no hemos podido heredar todos estos talentos, que son la base de todo el conocimiento mental y técnico que hoy en día condiciona en tan alto grado nuestra existencia, ¿cuáles son entonces los talentos que en forma de herencia se nos regalan en la cuna y que, de este modo, deberían hacer una vida precedente innecesaria? ¿Es el talento para escribir, pintar y dibujar? ¿Es la facultad de organizar espléndidos negocios financieros, la facultad de acumular riquezas? ¿Es la facultad de gobernar o la facultad de ser delincuente? Pero, ¿por qué los talentos o facultades tras estos fenómenos tendrían que poderse recibir en herencia? Por qué tendrían que poderse heredar, cuando los talentos que hemos mencionado anteriormente, y que son tan actuales hoy, sólo pueden ser un producto del pensamiento, la experiencia y el ejercicio, tal como el propio escéptico reconoció? ¿Es más fácil dar razones para el talento para crear negocios financieros geniales o el talento para cometer delitos refinados como un resultado directo de la herencia, que para los talentos de los que los antedichos avances culturales modernos han surgido? ¿Por qué tendría que ser más fácil heredar el talento para crear una obra de arte magnífica y genial que el talento para la creación de una solución genial con respecto a la comunicación entre las naciones y demás avances de la civilización? ¿Acaso no se cree que tenga que haber la misma experiencia, pensamiento y ejercitación tras la creación de todos los talentos? Además, existe también el hecho que todavía no se ha visto nunca que los niños sean una copia exacta de los padres, cosa que innegablemente tendría que suceder si los talentos sólo existieran como un fenómeno heredado de los padres. Si los talentos sólo existieran como un fenómeno heredado de los antepasados, todos los hijos de los genios tendrían que ser genios. Pero, ¿es así? ¿No sucede en muchos casos que dichos hijos sólo tiene un talento mediano? ¿Y no es un hecho igual de generalizado que padres con menos talento a veces han tenido un hijo que se ha convertido en un brillante genio? ¿De dónde recibe un niño semejante el talento extra o el exceso de aptitudes mentales que lo convierte en un genio? Como los padres no eran genios, aquí no puede hablarse de manera justa de ninguna forma de herencia. ¿No es más natural que el talento extra de este niño se deba exclusivamente a su propio pensamiento, experiencia y entrenamiento? Pero como un niño así ya tenía este talento extra innato en forma de talentos, el pensamiento, la experiencia y el entrenamiento, que es la causa de estos talentos, no ha podido tener lugar en su vida terrena actual. Y dado que, como ya hemos dicho, no puede haberlos heredado de los padres, ya que éstos no eran genios o no tenían los mismos talentos, salta a la vista que el ser ha tenido una existencia precedente en la que precisamente ha tenido lugar ese pensamiento, esa experiencia y ese entrenamiento, y sin los cuales la formación de dichos talentos habría sido totalmente imposible.


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