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| Véase el símbolo nº 11 en nueva ventana |
| Que tras la creación de organismos hay un deseo de unas dimensiones tan grandes, que su ciclo y, por consiguiente, su cumplimiento no puede concluirse en el tiempo de existencia de un simple organismo, se convierte en un hecho por medio de la aparición del organismo como un peldaño de una escala y del horror del ser a la muerte. En el deseo del ser, de continuar existiendo más allá del tiempo de existencia del organismo actual vemos reflejada físicamente la idea que hay tras la creación de organismos | 724. Que precisamente hay un deseo de unas dimensiones tan grandes tras la creación de organismos, que este deseo no puede cumplirse o poner fin a su ciclo y alcanzar su equilibrio (satisfacerse) a lo largo del tiempo de existencia del organismo concreto, se convierte en un hecho por medio de la aparición del organismo como un peldaño de la escala, por no hablar del hecho de que ningún ser normal desea "morir" y ve con horror el momento de la destrucción de su organismo mientras aún no tiene "conciencia cósmica" y, por consiguiente, cree que esta destrucción significa el cese de su vida. Que los organismos sean peldaños sucesivos de una escala muestra el desarrollo gradual de una idea, un deseo o un plan hacia su cumplimiento por medio de los organismos; y el horror a la muerte muestra la presencia de dicho deseo de experimentar la vida más allá del tiempo de existencia del organismo actual. En este deseo, que existe como contraste al temor a la muerte, encontramos reflejado físicamente el plan o la idea, que se encuentra tras la creación de organismos, que tiene su asiento en la supraconciencia del individuo. Que este reflejo no es demasiado detallado en el hombre terreno mientras todavía es el feto de un ser, cuya mentalidad cósmica se encuentra en su primer incipiente despertar, es muy natural. Pero aquí también vemos un desarrollo gradual de conocimiento a través de los organismos, que finalmente es tan amplio que el ser puede ver o experimentar su propia inmortalidad o desenmascarar y, por consiguiente, descubrir el misterio de su vida. |
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