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El análisis del desarrollo de los talentos es necesario para llegar a la revelación total de la verdad. Si el renacimiento no existiera, y nosotros sólo existiéramos en nuestra vida presente, tendríamos que temer a la Divinidad más que al diablo. La consecuencia lógica del concepto de Dios de la concepción cristiana no tiene ninguna relación con la verdadera vida real   742. Los seres han nacido, por consiguiente, en estadios muy distintos. Si no hubieran existido antes, todos habrían podido nacer con la misma facilidad en el estadio más alto. Pero como los hechos muestran que los seres, precisamente, no nacen en el mismo estadio, la naturaleza debe tener un objetivo con ello. Este objetivo no puede ser simplemente, como hemos visto, hacer la existencia más agradable para los seres que vienen después. Por lo tanto, debemos regresar al análisis del desarrollo de los talentos, que con anterioridad hemos descrito, para llegar a la revelación de la verdad que realmente pueda darnos un conocimiento total del verdadero objetivo, del verdadero plan o la verdadera intención cósmica que hay tras la aparición de los seres en etapas mentales y los correspondientes destinos desiguales de dichos seres en su vida física actual.
      Como acabamos de ver, el objetivo de la escala evolutiva o los estadios o peldaños mentales no puede ser simplemente hacer la existencia más perfecta para los seres que vendrán cuando los actuales hayan "muerto", se hayan convertido en idénticos a "nada". Si el desarrollo de los talentos no fuera un resultado del pensamiento, la experiencia y la ejercitación, sino que, al contrario, hubieran surgido de "nada" a través de una misteriosa y milagrosa orden despótica de una providencia todopoderosa, todos los seres existentes podrían, tal como ya hemos dicho, haber nacido con la misma facilidad en los estadios más altos o ser, todos sin excepción, genios innatos. Pero los hechos muestran sobradamente que no es así, sino que, precisamente, los seres no sólo son favorecidos de una manera altamente desigual por lo que respecta a la mentalidad y la inteligencia, sino que también presentan una desigualdad horrorosa por lo que concierne a todos los otros fenómenos del destino. Algunos nadan en la abundancia y el bienestar en todos los campos, y otros se hunden en espantos y sufrimientos, experimentan en su propia carne, sangre y ámbito mental la culminación de los detalles más refinados de la destrucción de la mente y del cuerpo. Pero una providencia que alega ser "omnipotente", y sin embargo, a pesar de esta omnipotencia, se complace en dejar que seres vivos, que piensan y hacen experiencias, sean un juguete de su humor, de sus caprichos, un humor no sólo casual y al azar, sino directamente sadista, tiene un inquietante parecido con el ser que, en nuestra enseñanza escolar, con el nombre de "el mal" o "Satanás" se ponía en escena como el mayor enemigo de la Divinidad o Providencia. Pero quién es, en realidad, más peligroso para los seres vivos, ¿la Divinidad omnipotente que, de "manera milagrosa", nos ha "insuflado" vida de "nada" y la única regla o fundamento que tiene para esta vida o destino que da a cada uno es la casualidad y el azar, o el ser que con el nombre de "el mal", "diablo" o "Satanás" busca "tentarnos" a cosas que pueden tener como resultado "el infierno eterno"? Este último ser, ¿no es acaso el menos peligroso? Con todo se dice que frente a este ser podemos afortunadamente imponer nuestra voluntad y vencer. Pero esto es totalmente imposible frente al "Todopoderoso".
      Si el ser no ha existido antes de su actual existencia, no puede haber tenido la más mínima decisión o influencia en su destino actual, indiferentemente de lo luminoso u oscuro que éste sea. Ante el sufrimiento y el horror que el destino actual de algunos seres muestra desde el nacimiento hasta la tumba, dichos seres no sólo no han tenido la menor culpa, sino que también se han encontrado absolutamente indefensos. ¿Qué apelativo se le da a un hombre cuando le causa horrores y sufrimientos a un ser vivo totalmente indefenso con la única motivación de un humor especial? A un ser así, ¿no lo calificamos de "criminal"? Entonces, ¿es la propia Divinidad un "criminal" así? Los desiguales destinos de los seres vivos, ¿son una serie de "delitos" originados por los caprichos de este ser? ¿Quién se atreve a creerlo? Una civilización, una cultura futura basada verdaderamente en el amor, ¿puede fundarse en un concepto de Dios que tiene unas consecuencias lógicas tan frágiles? ¿No se convierte aquí en un hecho que el concepto de Dios de la estructura eclesial cristiana tiene unas consecuencias lógicas que lo apartan de la vida real?


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