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Véase el símbolo nº 11 en nueva ventana    

 

Figura n.º 11 de la estrella – "Como un ser siembre, así cosechará"   751. En el número 11 de la figura en forma de estrella vemos de nuevo el símbolo del ser vivo en forma de un triángulo. A partir de este triángulo hay dibujada una banda circular. Por medio de una línea punteada y dos flechas se indica que esta banda surge del triángulo, al que en virtud de su forma circular regresa de nuevo. Del mismo modo que esta banda va en círculo y, de esta manera, vuelve a su punto de partida, todo aquello a que da lugar un ser vivo, cada manifestación que, en resumidas cuentas, pueda surgir de él va también en círculo y, de este modo, vuelve inevitablemente a su punto de partida, es decir, a su origen. A las reacciones a que da lugar el regreso de estos círculos o arcos de energía las llamamos "destino". Ningún ser vivo puede manifestarse sin que esta manifestación determine el carácter de la posterior experimentación de su vida.
      Como "la línea recta", tal como más tarde veremos en "Livets Bog", no puede existir sin ser al mismo tiempo un fragmento de un círculo, ningún movimiento o desencadenamiento de energía puede existir sin seguir, precisamente, un camino circular. En virtud de esta ley cada ser se convierte, así pues, en el único origen real de su propio destino. Con respecto a su conciencia, no puede evitar, en sentido literal, "cosechar lo que siembra".


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