Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
Véase el símbolo nº 11 en nueva ventana    

 

"La muerte" no puede interrumpir los desencadenamientos de energía que los anhelos representan. En la naturaleza no hay ningún desperdicio. La casualidad y el caos son ilusiones y sólo existen como un contraste "imaginario" al intelectualismo, que los métodos de creación propios de la naturaleza han convertido en modelo o base de toda enseñanza, escuela o centro docente, revelando de esta manera a la naturaleza como la conciencia de Dios   717. Pretender que la muerte física o destrucción del organismo hace imposible este futuro bienestar, al interrumpir o destruir los desencadenamientos de energía que los anhelos representan, es lo mismo que pretender que en cada individuo se está preparando o planeando un fenómeno que nunca, en ningún caso, se convertirá en realidad, dado que "la muerte", como una catástrofe, interrumpe repentinamente este juego preparatorio. No habrá, por consiguiente, un solo caso en que este bienestar futuro se haga realidad. Pero, entonces, ¿por qué toda esta actividad? La naturaleza tendría, entonces, que ser aquí totalmente ilógica y sin sentido, es más, totalmente impotente en su propia creación y representar un derroche de fuerzas, cuyo paralelo nunca, en ningún caso, puede encontrarse. ¿No será, acaso el origen de este postulado el que no tiene una visión de conjunto y, por ello, se convierte en ilógico y sin sentido en su explicación en vez de la naturaleza en su creación?
      Todavía no se ha visto nunca que la naturaleza haga algo que no sirva para nada en absoluto y, por consiguiente, que sea totalmente innecesario. Por lo demás, ¿hay algo que se desperdicie en la naturaleza? Cada gota de agua, ¿no está, acaso, llena de vida y condiciones de vida para los seres? la naturaleza, ¿no transforma el agua de cada acequia y cloaca en agua potable pura y cristalina? Los excrementos de los seres vivos, ¿no son, acaso, una condición vital para la continuación del ciclo de toda la vida vegetal y animal? Sí, tanto el montón de cenizas de un incendio, las cascarillas del grano de una trilladora como la más pequeña mota de polvo tras sacudir una alfombra no pueden sustraerse a la ley de la lógica, y se tienen que considerar como un eslabón del ciclo, sin el cual toda vida, tanto física como espiritual, sería imposible. ¿Creen que los deseos, las añoranzas y los anhelos humanos tienen menor valor que los excrementos, el agua de las cloacas, las cascarillas de grano y las partículas de polvo? No, la naturaleza no conoce ninguna forma en absoluto de falta de lógica en su creación y, por consiguiente, tampoco conoce ninguna forma de desperdicio. Aún no se ha encontrado nunca nada que sea tan pequeño o microscópico que esté fuera de la ley y aparezca como desperdicio o caos, y, sin embargo, tenemos la posibilidad de ver cosas bastante pequeñas en relación con las gigantescas metrópolis de estrellas o aglomeraciones de soles con sus océanos de mundos, astros o planetas. ¿Qué se opina de las células, las moléculas, los átomos, los electrones, etc. de nuestro interior? Nuestro organismo, ¿no existe acaso en virtud de que estos microorganismos están sujetos a unas leyes? Y, con todo, ¿qué significa el tamaño de estos fenómenos con respecto a las dimensiones y órbitas de los sistemas, sujetos a unas leyes en el espacio infinito, con que tiene que contar la astronomía? Las dimensiones de los sistemas y las órbitas en que se mueven, ¿no se calculan en cientos y cientos de miles años luz? ¿Qué es la cascarilla de un grano o una mota de polvo en relación con los sistemas o los fenómenos sujetos a leyes que sólo pueden medirse con millares de cascarillas o motas? Y, sin embargo, los hechos muestran que no son tan "pequeñas" que no puedan ser lógicas al cien por cien o aparecer de una manera sistemática, y que en ninguna situación caen fuera de la ley de la lógica, es decir, están fuera del ciclo.
      Pero cuando cosas, cuyo tamaño es tan pequeño o cuya importancia con respecto a los otros sistemas del espacio es tan ínfima, son lógicas, ¿hasta qué punto tienen que ser pequeñas o microscópicas para ser lo mismo que casualidad o caos? ¿No sucede entonces que la creencia de uno en la casualidad o el caos ha sufrido un golpe irreparable? ¿Puede mostrarnos la vida de una manera mejor como un hecho consumado que la casualidad y el caos son, en un sentido absoluto, ilusorios y, por consiguiente, sólo pueden existir como un contraste "imaginario" a la normalidad al cien por cien que la naturaleza revela en su propio método creador y que, en forma de "intelectualismo", ha convertido en modelo para la creación de la forma más perfecta de experimentación de la vida de los seres? La enseñanza de las universidades, las escuelas y centros docentes, ¿es acaso otra cosa que un avance del intelectualismo que los principales investigadores de la humanidad han descubierto o experimentado en el taller de la propia naturaleza? No hay ninguna enseñanza ni ninguna manifestación normal de conocimiento o sabiduría que no sea una repetición de los métodos creadores de la propia naturaleza. Y no hay ninguna manifestación o acto de voluntad normal en absoluto del ser vivo que no sea una u otra forma más o menos afortunada de copia o imitación de estos métodos. Así de perfectamente intelectual es la naturaleza que, indiferentemente de todo lo imperfecto, de todos los desperdicios o basuras, de todas las anormalidades o cosas absurdas que el ser vivo pueda llegar a crear desde su propia perspectiva sensorial, esto nunca, en ningún caso, puede convertirse en caos o desperdicios desde la perspectiva de Dios. Todo es de utilidad y, con ello, convierte la expresión bíblica que dice "Todo es muy bueno" en un hecho. Una forma superior de fuerza creadora y talento intelectual no puede, por consiguiente, existir. Pero cuando la naturaleza muestra, de este modo, el más alto intelectualismo que existe, sólo puede tener a un ser particularmente determinado como origen, a saber, la Divinidad. La naturaleza es la propia conciencia de Dios.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.