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No podemos experimentar a nuestro prójimo sin que éste sea la residencia de la Divinidad. Quién es este prójimo   703. Sólo cuando todos los otros seres o todas las cosas que nos rodean aparecen, sin ninguna excepción, como constituyendo la manifestación de Dios, indiferentemente de cómo se le muestren al conjunto de nuestros sentidos, todo salta a la vista como matices o impulsos del mismo ser. Todo se identifica con las necesarias regiones de luz y sombras sin las cuales toda forma de correspondencia, formación de imágenes, creación o manifestación sería imposible. Y el contraste a la vida que llamamos "muerte" sería entonces el absoluto déspota donde ahora la vida existe como el fenómeno soberano absolutamente único y eternamente imperecedero. Y este fenómeno eterno es "la imagen de Dios".
      Esta "imagen" no está constituida por una sola cosa o un solo ser, sino que única y exclusivamente puede estar formada por todo y todos. Entregarse a esta imagen sólo puede tener lugar en forma de amor a todo y a todos. Amando a todo y a todos no habrá, de este modo, nada de "la imagen de Dios" que a uno no le guste, y ningún ser al que se odie. Y, a través de la investigación del noveno resultado básico, hemos llegado al conocimiento de la verdad del gran mandamiento, que es "el cumplimiento de toda la ley", a saber, el que dice: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo". Pero aún hemos visto más, hemos visto como un hecho que "Dios" y "el prójimo" son idénticos. Así pues, nunca, en ningún caso, podremos ver a la Divinidad sin verla a través del prójimo, y nunca podremos experimentar al prójimo sin que este sea la residencia de la Divinidad. "El prójimo" son nuestros propios microseres, "el prójimo" es el ser en cuyo organismo nosotros mismos experimentamos la luz del día, "el prójimo" es tanto el ser que nos persigue y nos odia como el ser que nos ama y admira. "El prójimo" es todo aquel ser que está en nuestro ámbito de percepción, al alcance de nuestros sentidos. Amando a este "prójimo" sobre todas las cosas, amamos a la Divinidad sobre todas las cosas.


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