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Resumen de la explicación del símbolo 75 – La destrucción de los núcleos de talentos de los hombres
(Martinus dejó un manuscrito con un texto introductorio sobre el contenido de este símbolo, pero no escribió ni transmitió de manera verbal una explicación propiamente dicha del símbolo)
El símbolo muestra una persona que vive en una guerra terriblemente
mutiladora y mortífera contra sus microseres y, por consiguiente, está en guerra consigo mismo.
Esta guerra puede denominarse "el fuego negro". Es un fuego que se enciende en el
organismo humano a través de un hambre insaciable de ciertas sustancias que echan leña para el
mantenimiento del fuego negro. Estas sustancias pueden ser alcohol, nicotina y drogas. Provocan
cortocircuitos psíquicos en la mentalidad, de modo que la persona se vuelve anormal. Con la
ingestión repetida de estas sustancias el interior de la persona se transforma. Las unidades
normales de microvida no pueden seguir encarnándose en el organismo, y en su lugar se encarnan
algunas unidades de microvida menos evolucionadas. Estas unidades exigen alcohol, nicotina o
drogas para poder encontrarse bien y desarrollarse. Debido a esto, el alcohólico, el fumador y el
drogadicto son importunados con un deseo insaciable de estas sustancias y continúan con su abuso.
Las células menos evolucionadas no pueden realizar la actividad de las células
normales, y el organismo se hunde cada vez más en el primitivismo y la impotencia. El fuego negro
hace estragos en el organismo, y es muy difícil liberarse de sus llamas. En el peor de los casos,
el fuego puede demoler el interior del organismo de un ser y producir una muerte prematura y no
natural. La destrucción se propaga a los núcleos de talentos del elemento de destino de la
supraconciencia. Los núcleos de talentos son dañados y pueden dar lugar a que el ser nazca de
nuevo con un defecto psíquico que puede culminar en la debilidad mental.
Las
sustancias narcóticas son las más destructivas, también, por ejemplo, una sustancia como la
marihuana que fácilmente desarrolla una sed mortal de sustancias narcóticas, absolutamente
demoledoras de la conciencia, como opio y parecidas. La fuerza o vibración psíquica de estas
sustancias ataca las facultades y conjuntos de sentidos intuitivos y altamente psíquicos y, por
consiguiente, la débil conciencia cósmica que ya se está desarrollando en los hombres. Estas
facultades son las que harán de los seres hombres acabados o seres-cristo. Aquí nos encontramos
ante la desviación más grande de la vida. Pero Dios también está con nosotros en esta oscuridad.
Dios nos ha dejado llegar al final del camino para dejarnos probar lo que quiere decir estar sin
Dios.
En el momento más crítico, el individuo añora ser de nuevo normal y comienza a
construir una existencia nueva por medio de hábitos y talentos nuevos. Sin embargo, puede ser
necesario el entreno durante tres o cuatro vidas para conseguirlo.
Ver la explicación del símbolo del propio Martinus en la edición danesa de La Imagen Eterna del Universo, volumen 5. Aquí también se pueden encontrar textos escogidos relacionados con los temas del símbolo.