Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-33) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de La alimentación ideal   

 

 
Capítulo 27
«La alimentación ideal» para el hombre actual
Con esto he insinuado el curso de la evolución hacia «la alimentación humana correcta». Como el hombre de la Tierra todavía no ha llegado, en su camino evolutivo, a constituir un hombre auténtico o consumado, sino que todavía se halla dentro de la zona del principio mortal, «la alimentación humana correcta» para este hombre aún no puede denominarse totalmente como «la alimentación ideal». Esto significa que su organismo aún no está tan avanzado en su evolución que haya podido acomodarse a la pura pulpa de la fruta. Las vibraciones de este organismo son demasiado débiles para elaborar el alimento animal; sin embargo, son demasiado fuertes para limitarse solamente a la pulpa de la fruta. Es por ello que la alimentación ideal para el hombre actual es, además de una cierta cantidad de fruta, una cosa intermedia entre la carne animal y la pulpa de la fruta. Por consiguiente, no se trata de pensar que este ser puede vivir exclusivamente de pulpa de fruta. El organismo del hombre de la Tierra actual, aunque en realidad ha perdido la capacidad de nutrirse con alimentación de tipo animal, sin embargo, por la fuerza de la costumbre, aún tiene las condiciones necesarias para, hasta un cierto grado, ser sede del proceso de descomposición y zona de pasaje de los restos de los cadáveres. Todo su sistema digestivo, su estómago y sus intestinos se basan todavía en el transporte de una cierta cantidad de productos de desecho y solamente una evolución natural – lo cual significa una lenta habituación a través de varios cientos de años – podrá transformar los órganos digestivos de los hombres y adaptarlos totalmente a la pulpa de la fruta. Una transición demasiado rápida de un estado a otro sería una violación, una infracción de las leyes de la naturaleza de una gravedad tal que sus consecuencias se hallarían en los límites de lo que supondría la destrucción del organismo. Una alimentación tan refinada pertenece al «hombre auténtico» u «hombre divino» consumado, del mismo modo que el amor absoluto es la cualidad innata principal de este ser. Por esto el hombre de la Tierra, de acuerdo con la naturaleza de su organismo, debe nutrirse con alimentos que aún no son totalmente puros, o ampliar sus unidades de vida alimenticias por medio de un proceso de muerte y descomposición. Pero esto no cambia el hecho de que su evolución lleve consigo el que deba, progresivamente, buscar su alimentación entre los productos en los que este desagradable proceso se va haciendo menos indispensable, ni el hecho de que de este modo, y por lo que respecta a la alimentación, se halle en camino hacia su meta provisional y supremo ideal: «El hombre divino consumado».


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.