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Índice de La alimentación ideal   

 

 
Capítulo 23
Por qué la comida vegetariana es una alimentación más sana que la comida animal
En la nueva cultura mundial, y en relación con lo mencionado, la cuestión de La alimentación ideal se irá transformando poco a poco en algo muy importante. Dado que toda sustancia o materia – con la que necesariamente debemos entrar en contacto – está viva, y dado que sabemos que nuestra colaboración con estas sustancias puede ocasionar a estas unidades de vida sufrimiento y dolor o, por el contrario, un desarrollo natural y felicidad, del mismo modo que por medio de nuestra colaboración podemos ocasionar dolor o felicidad a los seres vivos que se manifiestan físicamente y que por ello son aceptados como tales; voy a indicar aquí las sustancias cuyas unidades de vida, alcanzan un desarrollo natural como alimentación del organismo humano, y las sustancias cuyas unidades de vida son objeto de un desarrollo no natural en relación con el mismo proceso.
      Como ya he citado anteriormente, la comida vegetariana supone unas vibraciones que se hallan en un estado tal que por su naturaleza se adaptan a la vibración propia del organismo humano, mientras que la comida animal, con excepción de la leche, conlleva unas vibraciones que, en su estadio evolutivo, se hallan demasiado cerca de la vibración propia del hombre. Esto equivale a decir que entre las unidades de vida de la comida vegetariana y la unidad formada por el conjunto del ser humano hay una distancia conveniente con respecto a su estadio evolutivo. A causa de esto, la vibración propia del individuo es bastante superior al estado de las vibraciones vegetales y, en el proceso de transformación de los productos genuinamente vegetales, el organismo humano no encuentra ninguna resistencia antinatural a la que vencer. Algo muy distinto sucede con la comida animal, cuyas unidades de vida se hallan más avanzadas en la escala evolutiva y están más cerca de la identidad del ser humano como unidad de vida. Es por ello que este tipo de comida representa un estado de vibraciones proporcionalmente más fuertes o toscas que las de los alimentos vegetarianos. Como el organismo humano ha llegado a un punto tan avanzado en su evolución que está sincronizado con el estado de las vibraciones vegetales, un estado vibratorio más tosco o relativamente más fuerte que éste constituye algo que le ofrece resistencia. En realidad, este organismo se ha distanciado del estadio de la fiera y ya no tiene la misma capacidad que ésta de desencadenar ese estado vibratorio que hace que la la alimentación de tipo animal no constituya algo de tipo antinatural contra lo que hay que luchar. Pero déjenme, en relación con ello, mencionar el hecho de que, aunque la alimentación animal es adecuada para la fiera, esto no impide el que las unidades de vida de este tipo de alimentación experimenten muerte y mutilación al ser ingeridas – como alimentación – por su organismo. Pero es precisamente esta circunstancia la que constituye uno de los factores más importantes que hacen de la zona de la fiera una zona de existencia inferior, una experiencia de la vida imperfecta. Y en tanto en cuanto el hombre representa este mismo peldaño de la escala de evolución, expresa también un estadio de imperfección.
      Por lo que respecta al hombre, la alimentación animal es demasiado resistente. Para digerirla tiene que desplegar una cantidad de fuerza tal que en realidad, a causa de su evolución, no está en condiciones, ni en el ámbito mental ni en el físico, de desplegar ya que esto va en detrimento de su salud o del tipo de existencia que corresponde a su estadio evolutivo. Y la reacción que surge de esta eterna producción de fuerza extraordinaria, de esta permanente sobrecarga del organismo, es la que, como se ha citado anteriormente, constituye la base de todas las enfermedades orgánicas. Ciertamente, el hombre todavía no está tan evolucionado como para poder ingerir una alimentación de tipo vegetal que le pueda garantizar la inmunidad a la enfermedad, pero la alimentación de tipo vegetal reducirá considerablemente, incluso en su forma más primaria, el porcentaje de enfermedad y dará un bienestar corporal distinto, sano y lleno de vigor y, de este modo, será uno de los factores más importantes y necesarios en ese camino hacia una experiencia de la vida más hermosa, pura y luminosa. La alimentación vegetariana es, pues, el único billete que da acceso a una existencia transfigurada.


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