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Capítulo 19
Puesto que «las unidades de vida» constituyen «la sustancia primaria» de la materia, el universo es un océano de «vida eterna»
Por medio del símbolo anteriormente descrito nos hemos hecho una idea del principio básico de vida del ser vivo, y por medio de su análisis hemos llegado a la mejor y más absoluta definición de aquello en lo que la materia o sustancia existente puede dividirse, a saber, una «unidad de vida».
Las unidades de vida son el análisis básico de cualquier tipo de sustancia; son el supremo desmenuzamiento de la materia y constituyen por ello lo único que es absoluto en la existencia: la sustancia primaria.
Como esta sustancia primaria en forma de seres vivos, partículas independientes de la misma vida, o «lo vivo» del universo – constituye la base creadora de todo lo que puede manifestarse y percibirse lo mismo en el macrocosmos que en el microcosmos; es la identidad del universo que como un océano de vida lo abarca todo, y que por medio de sus unidades de vida está garantizada como un hecho eterno e inalterable. Es este hecho el que se manifiesta en todo tipo de movimiento, transformación y creación. Es en este hecho en el que se basan tanto «el paso del tiempo» como el proceso de descomposición de un cadáver. Si la sustancia no fuese vida, el verdadero análisis básico del universo sería un silencio eterno, ningún tipo de movimiento sería posible. Pero sin movimiento no existe ninguna manifestación, y sin ningún tipo de manifestación, el universo sería lo mismo que una muerte eterna y absoluta. En vez de la vida existente actualmente, que es aquello en lo que todo «vive, se mueve y existe», y que en forma de unidades de vida o seres vivos brilla y centellea como una realidad que de hecho es lo mismo que todas las cosas, habría habido un «nada» eterno. |
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