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Una imagen nueva del universo
 



Lentamente comienza la humanidad a comprender que, en realidad, todos somos ciudadanos de un mundo inmensamente rico, y que la causa de nuestra miseria actual sólo se puede encontrar en nuestra propia mente.
(Carta de contacto n.º 2, 1957)

Globalización con una perspectiva humana

La ONU muestra el camino

“Tenemos que comprender que nuestro objetivo final es la creación de un mundo con seguridad y libertad. Un mundo dirigido por leyes justas y morales. Tenemos que afirmar que la justicia va antes que el poder, que el bienestar común va antes que los objetivos egoístas y los intereses especiales. Lograremos todo esto”. Así formuló el primer ministro Clement Attlee el objetivo de la ONU en Londres en 1945.

¿Ha conseguido la ONU cumplir este fin tan elevado? Tras más de medio siglo tenemos que responder que no. Pero por otro lado, tenemos que constatar que la necesidad de una ONU, que realmente funcione según las intenciones originarias, es mayor que nunca en el mundo internacionalizado de hoy.

Una explicación lógica

Las necesidades, que la evolución o la vida pone al orden del día, se dirigen hacia la misma dirección que el objetivo final de la ONU. La evolución hace simultáneamente que un número cada vez mayor de hombres alrededor del mundo tenga un deseo cada vez más fuerte de una vida en paz y armonía. Quizá pueda parecer una extraña casualidad que la vida haya integrado y mezclado todas las naciones y todos los pueblos de la Tierra y nos haya hecho depender los unos de los otros.

Pero Martinus dice que en esta evolución no hay nada de casual. Con su imagen del universo da una explicación lógica sobre el mundo, que contiene la fuerza inspiradora que puede integrar, movilizar y liberar la capacidad humana e intelectual, que el proyecto “un mundo en paz” exige.

El mundo sufre de falta de amor

Pero, naturalmente, una explicación tan buena del universo no es suficiente en sí misma. Como Martinus dice, “no es la miel la que tiene que ir a las abejas, sino las abejas las que tienen que ir a la miel”. Lo que lleva a las abejas a la miel es el hambre. Tener hambre es lo mismo que experimentar un estado de necesidad. Muchos hombres, por ejemplo, sufren de falta de comida, de calor, de agua potable y de una vivienda con condiciones sanas. Y todavía muchos más sufren, tanto interior como exteriormente, de falta de salud y paz, aunque quizá tengan comida y otros bienes físicos en abundancia.

Pero toda esta carencia es, en el fondo, un síntoma de falta de amor. Es la falta de amor lo que hace que los bienes de la Tierra estén tan mal repartidos, que una gran parte de la humanidad tenga que pasar hambre y frío. Es la falta de amor lo que obliga a los hombres a abrirse paso a codazos a costa de los otros. Pero todo el sufrimiento que los hombres experimentamos tiene, poco a poco, como resultado una enorme hambre de amor. Todo lo otro se convierte, finalmente, en insignificante. Es por esto que también es necesaria una “ciencia del amor” para satisfacer el hambre espiritual de los hombres.

El proceso de creación del “estado mundial” ya está en marcha

La ciencia del espíritu es esta “ciencia del amor”. Su mensaje clave es que el único camino a un mundo unido y en paz es la evolución que tiene lugar en cada individuo concreto al cosechar las propias experiencias. Para que toda la humanidad llegue a tener interés en crear una cultura global de paz, los contrastes entre los distintos pueblos tienen que igualarse. Para ello, la evolución técnica es de importancia fundamental.

Tiempo atrás los distintos pueblos vivían más aislados los unos de los otros. Se vivía simplemente en mundos separados. ¿Qué sabían, por ejemplo, los esquimales de Groenlandia de los aborígenes de Australia, o a la inversa? Hoy es distinto. La evolución técnica ha superado todas las distancias y ha entrelazado todo el mundo formando una unidad. “El estado mundial surgió cuando se realizó la primera vuelta al mundo, y a partir de entonces ha estabilizado constantemente su existencia”, dice una de las citas características de Martinus.

La sociedad mundial en el estadio de la edad de piedra

Martinus compara la actual sociedad mundial con una sociedad cuyos individuos están constituidos por las naciones. Por lo tanto, cada nación es, en principio, un individuo. Pero la diferencia entre la sociedad mundial y una sociedad nacional moderna es que la sociedad mundial todavía no tiene una administración de justicia y unas leyes propias. Y una sociedad mundial sin un gobierno mundial y sin un cuerpo de policía mundial es una sociedad en el estadio de la edad de piedra. Esto es grave, porque las armas de los individuos de la sociedad mundial, o sea, de las naciones están mucho más desarrolladas que las de los pueblos de la edad de piedra.

La anarquía que una falta de orden así crea ha hecho, sin embargo, que muchos hombres comprendan que es necesaria una colaboración internacional y una regulación, así mismo internacional, de las relaciones. Es por esto que vemos una tendencia cada vez más clara de evolución hacia una autoridad mundial y una justicia y unas leyes internacionales.

La nueva cultura del regalo

Del mismo modo que hoy consideramos como algo natural que no se puede monopolizar el derecho de propiedad al aire que respiramos o a la luz del sol, los hombres del futuro también considerarán como algo natural que nuestros bienes materiales, desde el punto de vista cósmico, son herencia común y propiedad de la humanidad. Por consiguiente, una de las tareas más importantes del futuro gobierno mundial también será administrar y repartir estos bienes, de modo que sean para alegría y bendición de todos los individuos y pueblos.

Una transformación tan fundamental de la administración de los bienes del mundo no puede, naturalmente, tener lugar antes de que una transformación equivalente haya tenido lugar en la mentalidad y la moral de los individuos. La naturaleza egoísta de “tomar para sí”, que domina a los individuos y a la sociedad, tiene que sustituirse por una “cultura del regalo”. Una cultura así está naciendo muy lentamente en la Tierra. Su estructura - tanto la interior en cada uno de nosotros, y la exterior como se manifiesta en la sociedad y en el mundo – todavía lleva el signo del feto inacabado. Es una estructura que aún no es capaz de llevar una vida independiente. Pero va creciendo día tras día y recibe constantemente nuevo alimento de las experiencias de “la placenta”.

12 puntos sobre la evolución de la humanidad y de la sociedad mundial

En el capítulo 4 del primer volumen de “Livets Bog”, su obra principal, Martinus describe el estado mundial que se está creando. Aquí indica 12 puntos sobre los que la energía evolutiva humana terrena se concentrará camino de la creación de la sociedad mundial futura.

  1. Triunfo de todas las formas de altruismo sobre el egoísmo. (Triunfo del interés común sobre el interés privado).
  2. SkabelsCreación de un gobierno mundial internacional y democrático.
  3. Desarme de todos los países en favor de la creación de una policía mundial internacional.
  4. Desarrollo de un sistema legislativo y jurídico supremo, internacional y público, es decir, no secreto, en cuyo seno los seres más desarrollados en el campo de la ciencia, tanto material como espiritual, y más representativos estarán capacitados para conocer la diferencia entre acciones “anormales” y “delitos”, conocerán el curso de la evolución y de las leyes eternas de la existencia y, por ello, podrán garantizar una justicia y unos derechos absolutos para todo y para todos.
  5. Abolición de la propiedad privada de bienes en favor de la posesión de estos bienes por el estado mundial.
  6. Abolición del dinero. El trabajo personal de un individuo será el único bien que tendrá valor, y el recibo que se le dará por este trabajo el único medio de pago.
  7. Establecimiento de un fondo común para la infancia, la vejez y la enfermedad para todo el estado mundial basado en las cuotas de los recibos de trabajo.
  8. Explotación de las máquinas con el fin de acortar el tiempo material de trabajo en favor de días de estudio y de investigación espiritual.
  9. Abolición de toda política violenta y de todo derramamiento de sangre.
  10. AfskafAbolición de la tortura, los castigos físicos y la pena de muerte a favor de la creación de medidas de aislamiento y educativas competentes.
  11. Desarrollo de alimentos vegetarianos, de la salud y de la higiene, creación de viviendas sanas y soleadas.
  12. Desarrollo de la libertad de pensamiento, de la tolerancia, del humanitarismo y del amor hacia todos los seres vivos, seres humanos, animales, plantas y minerales.

(Livets Bog 1, capítulo. 4,  apartado 118)