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Una imagen nueva del universo
 

El cristianismo de forma intelectualizada

¿Por qué pierden muchos hombres y mujeres la facultad de fe religiosa, sobre todo en el mundo occidental? ¿Significa esto que el cristianismo ha perdido su significado?
Según Martinus, de hecho es totalmente natural que el cristianismo, en su forma actual, pierda su fuerza inspiradora en una sociedad moderna caracterizada por la ciencia y la manera lógica de pensar. Esto muestra simplemente que estamos en medio de una transformación inevitable. Pero esta transformación no hace que el cristianismo pierda su significado.

Al contrario, viviremos una evolución, en la que los ideales cristianos humanos básicos con respecto a pensar en otros y ayudarlos, con respecto al perdón y al amor al prójimo se convertirán en los más importantes y crearán el fundamento de una nueva cultura mundial. Cuanto más se despliegan estos valores en la práctica, mejor cumple el cristianismo, en realidad, su misión. 

Esto, como se dice vulgarmente, significa que el cristianismo abandona el púlpito para dirigirse a la vida cotidiana y social. Esto sucede simplemente en forma de política y humanitarismo, pero la esencia del  contenido es la misma. Un buen ejemplo es el consenso político para ayudar a los débiles y enfermos de la sociedad, que precisamente ha sido inspirado por el mensaje cristiano de amor al prójimo.

Es tiempo de un tercer testamento

Cuando disminuye la facultad de fe religiosa, crece la necesidad de una explicación lógica de la vida y de su dimensión religiosa. Por consiguiente, hay la madurez suficiente para lo que Martinus designa como un “cristianismo intelectualizado” o “ciencia del amor universal”

Dándole al conjunto de su obra el título de El Tercer Testamento, Martinus sitúa la época actual, nuestra época, como una prolongación de las dos épocas anteriores, representadas por “El Antiguo Testamento” y “El Nuevo Testamento” respectivamente, así como de la moral, la cultura y la conciencia que cada una de estas épocas representa.

En “El Antiguo Testamento” la moral dominante era “ojo por ojo, diente por diente”, etc., es decir, la venganza y el castigo eran medios legales. La moral del “Nuevo Testamento” era, al contrario, amar a sus enemigos y dar la otra mejilla. Con estas nuevas normas morales, Jesús anunció hace más de 2000 años los primeros estadios de una cultural mundial humana.

Jesús tuvo que dar estas normas morales de una forma que los hombres del pasado pudieran comprender. Debido a esto, su enseñanza se transmitió en forma de parábolas y dogmas y se apoyaba en su modo personal de ser y su facultad de hacer prodigios y milagros. Jesús era, como Martinus lo describe, el modelo de un hombre verdadero o lo que en la Biblia se denomina “un hombre acabado a imagen y semejanza de Dios”.

La ciencia del espíritu también nos da una explicación lógica de este fenómeno. Comprendemos que se trataba de un hombre con una facultad de amar que lo abarcaba todo, y una facultad de pensar perfectamente lógica e intelectual. Y lo más apasionante es que este estado perfecto no está reservado a algunos individuos escogidos, sino que, al contrario, es el objetivo de todos los seres vivos. Tenemos, simplemente, que tener paciencia, porque esto sucede en forma de una evolución, que se extiende a lo largo de miles de años.

La ciencia y la religión se unen en una

El mensaje de que vendrá una continuación del cristianismo se encuentra en las predicciones de Jesús sobre el consolador, el espíritu santo:”Todavía tengo mucho más que deciros, pero ahora no podéis con ello”. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

Según Martinus, este consolador no tiene que entenderse como una persona. Tampoco se trata del regreso de Jesucristo como un nuevo Mesías. En vez de esto, se trata de “conocimiento santo”. Este conocimiento es todo lo que los hombres no podían comprender en la época de Jesús. Pero ahora la humanidad está preparada para recibirlo de una forma intelectualizada y científica.

En virtud de su facultad de intuición totalmente desarrollada y su conciencia cósmica, Martinus estaba en condiciones de comunicar este conocimiento. Sus obras contienen una explicación coherente y lógica de la dimensión espiritual y física de la existencia. Esto da una base para unir la ciencia y la religión en una nueva ciencia espiritual.

Martinus usó 60 años de su vida para comunicar este nuevo conocimiento. Modesto y humilde como era, subrayó que todos los hombres son iguales con las siguientes palabras: “Las facultades, que he desarrollado, sólo son lo que todos los hombres anteriores a mí han alcanzado, y lo que todos los hombres después de mí alcanzarán, todos absolutamente sin ninguna excepción”.