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Martinus responde

Sobre la percepción en las dimensiones de espacio y tiempo, materialismo

Pregunta
Qué se entiende por percepción en las dimensiones de espacio y tiempo. ¿Existe una percepción que no está en las dimensiones del espacio y el tiempo?

Repuesta
Por percepción en las dimensiones de espacio y tiempo se entiende la percepción diaria directamente física o material. Todos los detalles que experimentamos aquí representan espacio, es decir: ocupan un lugar y, así mismo, expresan tiempo, que es lo mismo que edad. Lo que conocemos o a quien conocemos por medio de la percepción física directa ocupa, de este modo, un lugar y tiene una edad. Todos los objetos de percepción, que hay aquí, tienen todos sin ninguna excepción comienzo y fin. La única información que nos dan todos los resultados, que se basan en esta forma de percepción, es la que representa lugar y edad. Pero como todo lo que representa lugar y edad o espacio y tiempo está, como ya hemos dicho, sometido a un comienzo y un fin y, por consiguiente, es perecedero, por medio de la percepción en las dimensiones de espacio y tiempo sólo podemos percibir todo lo que es perecedero. Debido a esto, esta forma de percepción, y sus resultados, también se denomina “materialismo”. Y a los hombres que sólo pueden percibir con esta forma de percepción se los denomina, por consiguiente, “materialistas”, que significa que niegan todos los resultados espirituales, tales como la inmortalidad de los seres vivos, la justicia o amor del universo y la existencia de un origen eterno de esto, una Providencia, una Divinidad o Padre del universo.

Así mismo será totalmente imposible experimentar directamente a través de la percepción materialista o física la realidad tras las palabras eternas: “Todo es muy bueno” – “Como un hombre siembre, así cosechará” – “Quien no nazca de nuevo del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” – “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” – “Ama a tu prójimo como a ti mismo, esto es el cumplimiento de la ley”, etc. La percepción directamente materialista no muestra en absoluto ninguno de tales resultados, al contrario. Muestra, precisamente, en muy alto grado mortalidad, fugacidad, injusticia. Sí, convierte casi en un hecho que todo es casualidad. Esta percepción materialista no da ninguna información en absoluto sobre moral, exceptuando la de que cada uno tiene que pensar en sí mismo. El que no puede defenderse en la vida, el que no es el más fuerte físicamente, tiene que sucumbir. Y de este modo el universo, que se percibe directamente por medio de la percepción puramente materialista, es un mundo sin esperanza lleno de oscuridad y muerte.

Pero a medida que el hombre evoluciona en una dirección humana más intelectual, le es imposible aceptar que este panorama de oscuridad y muerte sin esperanza del universo tenga que ser la solución definitiva del misterio de la vida. Y con esta actitud y evolución, comienza a abrirse un horizonte de percepción totalmente nuevo tras el horizonte físico, materialista. Es en este horizonte de percepción, donde se experimentan los resultados eternos y, con ellos, la imagen del universo perfecta. Esta experiencia constituye “la conciencia cósmica”, que en la Biblia se nombra como “el Intercesor, el Espíritu Santo”, a través del cual la humanidad llegará al conocimiento perfecto de la verdad eterna, que existe por encima del espacio y el tiempo.

Publicado por primera vez en la Carta de contacto 1951/23, página 51-52

© Martinus Institut 1981
Puede reproducirse haciendo referencia a los derechos de autor y al texto originario.