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Resumen de la explicación del símbolo 16 – El cuerpo eterno
En su estructura básica, el ser vivo tiene un centro eterno o yo, que
manda distintas clases de movimiento que regresan al mismo centro. Está eternamente envuelto en
multitud de movimientos que se mueven en ciclo. Al concluir, todos los movimientos en ciclo dan
como resultado un nuevo ciclo. Esta estructura del movimiento alrededor del yo es, por
consiguiente, eterna y se designa como cuerpo eterno. Dado que todas las clases de energía y de
movimiento en todos los casos salen del yo y vuelven de nuevo a él en ciclo, el ser es la absoluta
causa primera de su destino y, por lo tanto, el único origen de su destino. La justicia eterna e
inconmovible se muestra, por consiguiente, aquí como realidad absoluta.
Detalles centrales del símbolo:
- El símbolo representa al ser vivo.
- El triángulo blanco simboliza el yo, que es el punto fijo de los movimientos mandados y que vuelven de regreso.
- La cruz blanca de llamas indica que el cuerpo eterno como totalidad siempre está en equilibrio.
- Las muchas vías circulares de color violeta o arcos de destino son ciclos que salen del yo y regresan a él. Simbolizan todas las distintas clases de movimiento, formadas por los órganos y cuerpos del ser vivo creados, y por sus manifestaciones y experiencias , así mismo creadas.
- Que los arcos de destino estén representados con cuatro tamaños simboliza simplemente que
aparecen con una cantidad inmensurable de tamaños. Algunos ciclos regresan inmediatamente, otros
son de tamaños gigantescos y se prolongan a lo largo de todo el ciclo de espiral. Además hay
ciclos o arcos de destino todavía mayores.
Véase también la descripción y explicación completa del símbolo 16, hecha por el propio Martinus, en La Imagen Eterna del Universo 1.