Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-204) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de Exequias   

 

 

87. CAPÍTULO

Ver el planeta como un ser vivo es en principio lo mismo que ver a un ser de nuestra propia especie aumentado millones de veces

A través de lo anterior, ahora hemos obtenido tantos conocimientos previos sobre el misterio de la vida misma que será relativamente fácil entender el significado del análisis posterior de la monstruosidad de una cremación para la vida de la sustancia. Así, hemos visto que la tierra misma era un ser vivo. Hemos demostrado la presencia de los mismos principios en su organismo, que los que encontramos en nuestro propio cuerpo y que expresan la manifestación de un ser vivo. Obviamente, sólo hemos podido hacerlo de manera elemental, pero hemos demostrado los campos en el organismo de la tierra, las fuerzas naturales, que en un análisis o exploración más detenido innegablemente harán que los razonamientos y resultados, que he mostrado referente a las funciones vitales del gigante terreno, son hechos y que –tal vez por primera vez– han dado a los lectores un ligero soplo de la sensación de un ser vivo detrás de los océanos de fuerzas, que él o ella suelen expresar como la naturaleza, como el cielo y la tierra, como continentes y mares, como luz y oscuridad.
      Por supuesto, todavía puede haber mucho que despierte oposición en el lector o que le hace preguntar acerca de la identidad de esta tierra como un ser vivo, pero estas objeciones o preguntas serán todas acerca de la diferencia que necesariamente habrá entre las funciones vitales del gigante terreno y las de sus microindividuos en relación a la influencia de la espiral suprayacente, a la que pertenece el ser tierra. Y el lector debe aprender a entender que es sólo en los principios que el ser tierra tiene funciones vitales en común con él mismo, pero no en la forma material de su expresión. Esta es, por supuesto, ilimitada de la misma manera que la forma corporal se puede variar indefinidamente. No existe en el plan universal divino ninguna condición general para la manera de comer, que ésta debe ser por medio de cuchillo y tenedor, o que debe ocurrir en un estómago especial que absorbe materias gruesas, que en este estómago empezarán su digestión. Este es sólo un único método local para la forma de nutrición material del universo. Que dicho método no sea el único del universo ya se puede observar aquí en la tierra a través de la investigación de la nutrición de las plantas, que, después de todo, se lleva a cabo de una manera completamente diferente. Cuando el ser tierra recibe su alimentación material en forma de materia solar, no hay absolutamente nada extraño o no natural en esto, ya que esta forma de nutrición sólo es una de las múltiples variaciones del universo del mismo principio. Aunque hay mucho en la demostración de la tierra como un ser vivo, que parece extraño, hay que recordar el inmenso ser físico que tenemos delante y qué pequeños los ojos físicos de los lectores son frente a este ser. Como consecuencia todo sólo se puede ver en formato gigante, todo se hace absurdo y totalmente sin la armonización y adaptación calmante o la fusión con el entorno, que es válida en todos los campos de la observación habitual de los seres de la propia zona de vida del individuo, y donde la vista general del exterior físico de cada ser vivo está disponible en su plenitud habitual. Ver la tierra como un ser vivo es básicamente lo mismo que ver a un ser de nuestra propia especie en un millón de aumentos. Todo en esta visión sería tan grotesco, antinatural y difícil de interpretar como los detalles en un organismo de un ser vivo como las realidades, que hoy llamamos colectivamente «la naturaleza» y que, para el investigador espiritual incipiente, son difíciles de percibir como funciones vitales en el organismo de un ser vivo.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.