Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-204) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de Exequias   

 

 

8. CAPÍTULO

La ignorancia de los seres con respecto a la vida de su micromundo corporal los revela como seres nonatos o embriones en este campo

Cuando personas que de otra manera en ciertas áreas espirituales están avanzadas, hoy se dejan llevar por la idea, que tiene su raíz en una capa de conciencia primitiva o pagana, de que hay que quemar el cadáver o cuerpo exánime de los individuos, esto se debe exclusivamente a su conocimiento infinitamente pequeño del microcosmos. El conocimiento de esta parte del universo es aún tan elemental que no ha podido intervenir de manera efectiva en la vida emocional de los seres, afectar su capacidad de amar, su conciencia. Estas personas no son conscientes de que su cuerpo físico es todo un universo en el cual millones y millones de seres vivos tienen la posibilidad de la experiencia de la vida, que es un pequeño mundo en el cual los mismos seres pequeños tienen sus luchas por el «pan de cada día», tienen sus penas y sufrimientos, su alegría y felicidad, de la misma manera que tampoco se han dado cuenta de que ellos, con su comportamiento diario y manera de vivir, su alimentación y cuidado corporal constituyen grandes factores excesivamente determinantes en la creación de armonía y felicidad o de disarmonía y desgracia en los planos de vida o zonas de vida de estos pequeños seres. Aunque parte de estas zonas de la vida son la carne y sangre de los hombres mismos, esta carne y sangre es, de hecho, una realidad desconocida para ellos. Conocer su cuerpo como musculatura, esqueleto y huesos, como nervios y tendones, como carne y sangre, etc. no es un conocimiento real o absoluto, siempre y cuando uno no sabe que estas realidades sólo son el resultado exterior de una interacción de conducta y vida cotidiana de miríadas de seres vivos. Un universo en el que la relación entre el dios y los seres vivos es tan latente o imperfecta, es un mundo sin un dios o un dios sin un mundo, de la misma manera que un yo, sin conocimiento de la identidad de su cuerpo como universo y sus habitantes, es un ser no nacido, es un «feto» en la vida real, en la forma real de la experiencia de la vida.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.