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77. CAPÍTULO

Cómo decidimos nosotros mismos la armonía o desarmonía en relación con los microorganismos de nuestro organismo

Y lo cierto es que el individuo que vive en contacto con las condiciones para la creación de una existencia feliz y armoniosa para los seres vivos legítimos de su organismo, conseguirá que éste se llene de microindividuos de un desarrollo tan avanzado, de tal alto rango, que encajan en esta armonía, de la misma manera que el individuo que vive en desarmonía con todas las condiciones para la creación de un estado feliz para los residentes legítimos de su organismo obtendrá que éste se llene de microindividuos tan primitivos y subdesarrollados que su destino encaja con esta condición robusta de sufrimientos.
      En el primer caso, el organismo será, hablando en sentido figurativo, habitado por seres «humanos» altamente desarrollados, se convierte en una revelación de belleza tanto en el interior como en el exterior, mientras que en el segundo caso será una «jungla», habitada por «hombres salvajes», «fieras» y «bichos tóxicos». El cuerpo u organismo de tal ser existe sólo como la base perfecta de la manifestación de enfermedades, angustias y mutilaciones.


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