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| Índice de Exequias |
60. CAPÍTULO La experiencia macro y la experiencia micro, así como el macroindividuo y el microindividuo Un organismo constituye, por lo tanto y de acuerdo con lo anteriormente mencionado, una combinación de condiciones que juntas forma la escena para legiones incalculables de microseres vivos de muy diferente naturaleza, aspecto y formas de la experiencia de la vida. Es la misma combinación que, de hecho, constituye lo mismo que en Livets Bog se expresa bajo el concepto de X3, que se mantiene sobre la base de otra realidad, que en el mismo libro se expresa como X2. Estas dos realidades, que respectivamente se pueden expresar como el «organismo» y la «capacidad creadora», no tendrían importancia si no existiera una tercera realidad inamovible, es decir, un «algo» que puede experimentar y utilizar este organismo y esta capacidad para crear. Este «algo» divino es lo mismo que el yo o lo que se expresa en Livets Bog como X1. A través de su organismo y su capacidad de crear, experimenta y manifiesta la vida. Pero como su organismo, como ya sabemos, consiste en microseres vivos, y éstos a su vez cada uno también tiene su pequeño organismo y capacidad de crear y, por lo tanto, también tienen un yo, que experimenta la vida, se hace visible aquí a través del análisis fundamental del ser vivo, que en su apariencia existen dos formas de experiencia de la vida, a saber, su propia experiencia y la experiencia de los microseres. A continuación, vamos a denominar estos dos tipos de experiencia «la experiencia macro» y «la experiencia micro» respectivamente. Con respecto a la diferencia entre el origen de las dos clases de experiencia es necesario ver aquí el conjunto del organismo y su titular como «macrocosmos» para los microseres y el conjunto de los pequeños seres en el mismo organismo como «microcosmos» para el origen del organismo. En consecuencia, en lo que sigue, vamos a referir al origen como el «macroindividuo» y a todos los seres pequeños en el organismo como los «microindividuos». |
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