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42. CAPÍTULO

El organismo del ser vivo es en principio un universo con fuerzas naturales de la misma manera que el universo comúnmente conocido

Para poder entender verdaderamente las realidades, que muestran que el tratamiento correcto de un cadáver, y con eso, que cualquier tipo de «cremación» en realidad es lo mismo que un hundimiento catastrófico de un «universo» y que significa una muerte no natural y dolorosa para las miríadas de microseres que viven en el mismo «universo» o cadáver, será necesario para los lectores familiarizarse con el estudio de la identidad de un organismo con «universo». Este universo no se entiende como el cosmos, sino más bien como un sistema individual de estrellas o vías lácteas, y por lo tanto, aquí voy a dar un pequeño esbozo de las fuerzas que constituyen el factor principal de cualquier «universo», así como en cualquier organismo y así demostrar la identidad común de los dos factores.
      Como el lector debe entender, su organismo constituye un «universo», que a su vez significa una morada, un plano, un escenario para el despliegue de condiciones para la manifestación y experiencia de la vida de millones de seres vivos. Estas miríadas de seres vivos están, por supuesto, tan por debajo de él en el estado microscópico como él mismo se encuentra por debajo del ser vivo para quien el universo normal es un organismo. Y al igual que este último universo tiene sus «fuerzas naturales», sus tormentas, sus corrientes, explosiones, erupciones volcánicas, sus océanos y continentes, sus circulaciones de globo y planeta etc., de la misma manera el «universo» que constituye nuestro propio organismo tiene sus «fuerzas naturales», sus despliegues de energía, sus vibraciones creativas etc. Que el hombre terreno no suele llamar estas realidades «fuerzas naturales», se debe sólo a la circunstancia que aquí tiene una visión general más grande de la misión programada de estas fuerzas, su función o tarea en su propio organismo, y por lo tanto ha sido capaz de denominarlas según su misión. Estas «fuerzas naturales» en el organismo del hombre terreno las conocemos en la vida diaria bajo los conceptos de «circulación sanguínea», «respiración», «digestión». Además de estos tres factores mencionados hay otro gran despliegue de fuerzas que el hombre terreno en general todavía no conoce en detalle, pero que, sin embargo, en realidad, es la «fuerza natural» que representa el mayor factor creativo para todo movimiento en el conjunto del organismo del individuo. Este último factor se expresa como «el acto de pensar».


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