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35. CAPÍTULO

Cómo se ve que la visión materialista de la vida se debe a la incapacidad de observar los problemas

Se ve aquí claramente que cualquier negación de la presencia de realidades «metafísicas», y que concluya que tales apariciones en realidad deberían haberse creado ellas mismas y ser una expresión de inteligencia y sentimiento sin cerebro y corazón, sólo puede ser un postulado que tiene su razón de ser en la incapacidad de su origen de enfocar los problemas. Y, por lo tanto, se debe exclusivamente al hecho de que el origen mencionado, en los campos donde no ve claramente, irá directamente a través de las leyes de la lógica y vivirá en una percepción que es al cien por cien opuesta al reconocimiento, que hace mucho se ha establecido como un hecho dentro de los campos en los que es perfecta o en completa armonía con las leyes de la lógica.
      Así vemos aquí claramente la desarmonía con la lógica, se ve la ignorancia o ingenuidad, que se revela a través de la negación del materialista de un «creador» con inteligencia y sentimiento detrás «de la naturaleza», detrás de la vida, detrás del universo, y por lo tanto los mismos materialistas, aunque sea inconscientemente, representarán el postulado indirecto de que «una cosa puede crearse a sí misma».
      Mientras que uno sea sólo materialista y negador de la presencia de cualquier realidad «metafísica» en el ser vivo, uno está desprovisto de la lógica general de la existencia. El punto de vista del materialista con respecto a la verdadera identidad y análisis metafísico del ser vivo con respecto a la naturaleza y el medio ambiente, al universo y la razón más profunda de la vida es completamente análogo con una percepción de que mesas, sillas, relojes, etc. se crean a sí mismos. Y está claro que una percepción que choca tanto contra cualquier sensatez no puede seguir existiendo. Y estamos aquí en una de las razones principales del cambio de rumbo científico mencionado anteriormente.


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