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| Índice de Exequias |
30. CAPÍTULO El signo de la cruz Expresar las dos direcciones de investigación mencionadas, en las que se basa la experiencia del real conocimiento de la verdadera identidad de la vida, no se hace posible en forma física sin cruzar dos líneas. Pero dos líneas que se cruzan son: «el signo de la cruz». Y aquí tenemos el análisis más profundo de este «símbolo», que a través del acontecimiento de Cristo llegó a ser tan relevante para las naciones occidentales. La cruz es, de hecho, un signo o símbolo inquebrantable de la perfección de toda percepción. La más alta luz de la consciencia depende de la perfección de la percepción. La cruz pasa a ser, desde la eternidad hasta la eternidad, un símbolo de luz irreversible, completamente independiente de Cristo. Pero como la muerte de Cristo fue tan significativa que se convirtió en una redención mundial y, por lo tanto, fue una manifestación de amor que iluminaba todo, y esta muerte fue ejecutada en una cruz, el signo de la cruz surgió nuevamente a la luz, llegó a experimentar un renacimiento. Su identidad como «el símbolo de la luz» se confirmó sin vacilaciones y al final será honrada por todos los pueblos a través de todas las edades. |
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