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20. CAPÍTULO

Cómo la vida invisible, el propósito y razón de ser de las estrellas y la vía láctea se hacen visibles en el propio organismo del individuo

Percibir más allá del horizonte de las estrellas, tanto en lo pequeño como en lo grande, se diferencia de la percepción puramente material, en que, mientras ésta opera con las materias físicas, aquella opera con materias espirituales.
      ¿Qué son, entonces, materias físicas y qué son materias espirituales? Materias físicas son: sustancia, agua, aire, minerales, productos químicos, etc. Las materias espirituales son: ideas, resultados, cálculos, planos, o, en fin, todo lo que viene bajo el concepto de «pensamientos».
      Cuando el individuo va a explorar una estrella en el macrocosmos o el microcosmos, esto no puede, por tanto, tener lugar con maniobrar físicamente la materia física de estos cuerpos celestes, ya que ésta está «demasiado lejos», sino, al contrario, se puede maniobrar con materia espiritual. Esta materia espiritual es el conjunto de las experiencias del individuo, su saber o conocimientos de la estrella en que él mismo vive, y sobre el sistema solar, en el que él mismo atestigua la luz del día, así como su conocimiento de su propio organismo. Si este conocimiento es perfecto, lo que quiere decir, es suficientemente profundo, llega desde el cielo macrocósmico al cielo microcósmico, llega de nebulosa a «longitud de onda», entonces el individuo puede, a través de esta experiencia, adquirir un conocimiento absoluto de la vida en «las estrellas» en el microcosmos, así como también en el macrocosmos. A saber, tiene la vida invisible, su propósito y razón hecha visible en su propio organismo, que es de hecho un sistema de galaxia, una nebulosa transformada en – la correspondencia de Dios, en la experiencia de la vida.
      La solución al secreto más profundo del universo, el misterio más elevado de la existencia está escondido en el propio organismo de cualquier ser vivo. Y la frase oculta «conócete a ti mismo y conocerás todo el universo», obtiene aquí su confirmación inquebrantable.


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