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| Índice de Exequias |
196. CAPÍTULO Si uno anhela planos de existencia superiores o uno está satisfecho con el plano en el que vive Si uno anhela tal plano de existencia, entonces hay que, aquí mismo, practicar las leyes y principios de ese plano de existencia, sus manifestaciones específicas y condiciones de vida, al mismo tiempo que, obviamente, se tiene que deshabituar de las inclinaciones y tendencias conducentes a la oscuridad, las que, sin ser una condición vital, siguen siendo practicadas por los hombres terrenos y por las cuales se mantienen ligados al plano de dolor y sufrimiento.Pero, si uno está satisfecho con su actual forma de vida terrena, si uno se siente feliz matando, asesinando, cazando y persiguiendo, si uno se siente feliz conquistando y suprimiendo, feliz por el militarismo o sucesos bélicos, si se siente contento siendo verdugo o torturador, si se siente feliz con la idea de la cremación etc., entonces se puede continuar tranquilamente. Entonces uno es la herramienta idónea para la desencadenación de estos procesos, que son igualmente indispensables en el conjunto del plan global divino como las manifestaciones de los mundos superiores. Además, la felicidad que estos procesos terrenos genera sólo refleja que la persona, en la que esa felicidad nace y existe, sólo puede ser llevado al Padre, a la sabiduría y el amor, a través de los efectos que estos procesos primitivos generan. El consecuente destino robusto venidero es, para estos seres, el único discurso divino efectivo existente. La sabiduría más alta, la ciencia espiritual o el «espíritu santo» no tendrán efecto aquí y pueden, por todos estos seres, sólo ser percibidos como imaginación o irrealidad. |
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Síntesis