Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-204) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de Exequias   

 

 

188. CAPÍTULO

El hombre terreno vive según muchas tradiciones e ideas mortíferas que hace mucho han dejado de ser una condición vital

Por lo tanto, el hombre terreno está, por su dependencia del principio mortífero, atado al reino animal. Pero con el desarrollo esta dependencia se hace cada vez menor. Esto, a su vez, significa que la capacidad de superar la dependencia del principio mortífero se vuelve mayor. Por lo tanto, es mucho mayor en los humanos que en los depredadores. Los primeros seres no tienen que vivir de una alimentación animal, mientras que, por otro lado, es totalmente necesaria para los segundos. Sin embargo, cuando los humanos disfrutan de productos alimenticios animales: carne, sangre y grasa, esto no se basa absolutamente en condiciones vitales, sino en hábitos heredados del pasado, que, en virtud de su estado, en relación con eso, muy desarrollado, sólo puede ser para su beneficio si pueden desacostumbrarse de ello. Por lo tanto, deben llegar a dominar la nutrición vegetariana. Pero dentro de esta nutrición también hay campos donde, como se mencionó antes, con respecto a hojas, tallos y raíces se depende del principio mortífero. (Especificado con más detalle en el libro «La alimentación Ideal»).
      Pero, de la misma manera en que el hombre terreno ha heredado el hábito de ese alimento primitivo o animal, también ha heredado muchas otras tradiciones y creencias de su pasado primitivo, por ejemplo, furia, celos, envidia, odio y venganza, etc., que hoy en día no son una condición vital, sino también un hábito.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.