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| Índice de Exequias |
18. CAPÍTULO La ciencia materialista está a punto de estancarse en relación a la materia espiritual La materia es, por lo tanto, en su análisis más profundo una combinación de estrellas. Es una nebulosa, un sistema de vía láctea. En este sistema, en esta niebla, se encuentra el yo del ser vivo. Pero en virtud de su X2 o principio de creación divina, esta nebulosa se percibe por el yo como el «mundo de las formas», como la percepción de la vida. Y donde esta percepción es más débil, es más delgada, en la periferia final del mundo de las formas, allí deja de ser materia sólida. Allí aparece la forma primaria, allí comienza la niebla. Allí se ven los cuerpos celestes, los soles y los planetas. Allí todo se convierte en estrellas. Allí la materia se vuelve luminosa. Pero, en virtud de X2, el principio de perspectiva sigue existiendo aquí, y algunas de las estrellas aparecen como grandes y constituyen en su conjunto el «macrocosmos». Otras aparecen como microscópicas, no son accesibles directamente a los ojos físicos. Pero con métodos y cálculos científicos, la ciencia está ahora raspando el fondo en la periferia del mundo de las formas en el microcosmos y ha llegado a los «átomos» y los «electrones», que constituyen los soles y los planetas en formatos microscópicos, que pertenecen entre los componentes de «microcosmos». La investigación ulterior científica materialista aquí sólo conducirá a «rayos» y «ondas». Pero «rayos» y «ondas» son, claro está, «materia luminosa» y «materia luminosa» es lo mismo que una aparición fusionada de miríadas de «partículas luminosas». Pero una aparición fusionada de miríadas de «partículas luminosas» es inevitablemente lo mismo que una nebulosa. La investigación de la ciencia materialista, que en realidad es el primer paso tenue del comienzo del «Espíritu Santo», que a su vez es lo mismo que – conocimiento absoluto, ha alcanzado aquí el resultado final de su actual método de investigación: la nebulosa. En cualquier lugar donde observa en virtud de este método de investigación, exclusivamente tendrá el resultado: materia luminosa o nebulosas. El método de investigación en cuestión está alcanzando una fase donde está completamente desprovisto de poder dar más conocimiento nuevo. Que la materia aquí y allá sea rayos y ondas, sea materia luminosa, sea nebulosa, no puede ser ninguna noticia más allá de la primera vez que se hace conocer. Que la ciencia, por lo tanto, llega al mismo resultado final infinitamente, sólo muestra que comienza a estancarse, no puede seguir adelante. |
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