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| Índice de Exequias |
171. CAPÍTULO La experiencia más espeluznante que un «difunto» puede tener con su cadáver La experiencia más espeluznante que un «difunto» puede tener con su cadáver es la destrucción apresurada, repentina y antinatural de éste. Dado que el «difunto», desde la parte del mundo espiritual donde él o ella se encuentra en el primer período después de la muerte, tiene un horizonte mucho más claro sobre los seres «vivos» en el cadáver y su lucha por la existencia que él o ella tenía en el nivel físico, cualquier proceso antinatural del cuerpo puede parecer un desastre para el ser en cuestión.Por supuesto, debe admitirse que el hombre natural primitivo y robusto no está afectado por el destino de su cadáver de la misma manera que el hombre cultural altamente desarrollado. Dado que es el «cuerpo de sentimiento» el que lleva la conciencia diurna después de la muerte, toda experiencia después de la muerte dependerá de cuán desarrollado esté este cuerpo. Del mismo modo, la impresión del destino antinatural del cadáver también dependerá de la extensión del conocimiento que la persona tiene de antemano de los planos de existencia de los microindividuos. |
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Síntesis