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| Índice de Exequias |
165. CAPÍTULO Un ser descarnado Por lo tanto, la experiencia de la vida de cada ser vivo está condicionada por la interacción de sus seis cuerpos diferentes. Esta interacción se concentra, para los seres físicos, principalmente en el cuerpo físico. Pero del mismo modo que se puede concentrar en el cuerpo físico y puede dar al individuo la percepción del mundo físico como el único real, de la misma manera la interacción puede concentrarse en cualquiera de los otros cuerpos, por lo que el mundo físico casi desaparece de la percepción del individuo y el mundo «eléctrico» o forma de existencia metafísica se convierte así en la más fundamental. Por lo tanto, la concentración de la interacción entre los cuerpos puede cambiar y la presencia y la manifestación del individuo cambia de carácter. Si la interacción mencionada de un individuo está permanentemente concentrada en uno de sus cuerpos metafísicos, el mismo individuo no está directamente consciente del plano físico, no tiene conexión con las materias físicas más groseras y, por lo tanto, no tiene un cuerpo físico visible. Es un ser «desencarnado». |
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Síntesis