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| Índice de Exequias |
158. CAPÍTULO La reencarnación, el nacimiento y la muerte natural relacionados con ella son los procesos de amor más grandes de la vida La reencarnación, la muerte y el nacimiento son, de hecho, los procesos de amor más grandes de la vida. Desear que se impida la muerte natural de un ser humano, desear que el «muerto» o el ser descarnado vuelva aquí al plano físico, estar afligido, llorar o desesperarse por el paso de un ser a los mundos más elevados, de los cuales el ser, a su debido tiempo, regresará, feliz y brillante, con renovado ánimo, vitalidad y habilidades reforzadas, talentos y aptitudes, es contrariar la asistencia divina, es llorar por las bendiciones del sol y la lluvia, es ayudar a bloquear o frenar el camino hacia la vida, a la luz y el amor del mismo ser y sólo pueden ser desencadenados como efectos de la ignorancia de seres primitivos o su falta de todo conocimiento de lo que ven o lo que realmente presencian. |
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Síntesis