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| Índice de Exequias |
155. CAPÍTULO Si la reencarnación no existiera, el universo sería caos y casualidad El reconocimiento o proposición, el dogma o postulado que expresa que la vida actual del ser vivo constituye la sola y única existencia física, que ha experimentado, se muestra, rápidamente, no tener lo más mínimo que ver con la lógica divina del plan universal.Si la vida física actual fuera la única que el ser vivo experimentara, todo el universo sólo se podría explicar como un caos de casualidades, completamente desprovisto de justicia y amor. Puesto que esto es lo contrario de lo que muestra como hecho la matemática de la propia vida, «la vida eterna» y por lo tanto la reencarnación se convierten en el fundamento inamovible de la lógica del plan universal, sin las cuales ninguno en absoluto de los grandes resultados principales de la vida, que se repiten como las más altas enseñanzas en los libros y religiones más sagrados del mundo, pudiera brillar en la clara luz científica de los rayos del sol de los hechos, sino para siempre deberían permanecer en el oscuro brillo lunar de la fe y los postulados. |
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