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146. CAPÍTULO

Los seres humanos futuros tendrán otros organismos o cuerpos completamente diferentes de los en que el ser humano terreno se manifiesta hoy

Como se mencionó anteriormente en Livets Bog, cualquier proceso de muerte causará que el yo y sus cuerpos metafísicos se separarán del cuerpo físico. La conexión que antes había entre éste y el yo será interrumpida. Como el yo, a fuerza de esta conexión, lleva la organización del cuerpo físico o la interacción entre sus diversos órganos y promueve su actividad especial, está claro que esta organización y actividad se pare cuando se interrumpe la conexión. Un proceso de disolución comienza. Pero esto no significa que la vida cesa. La vida es vida y no puede convertirse en otra cosa que vida. La vida no puede morir. Lo que está vivo ha estado eternamente vivo y tiene que continuar vivo para siempre. Ninguna matemática perfecta tendrá nunca otro resultado en este campo. Por lo tanto, la capacidad de experimentar no puede cesar nunca. Pero es llevado por toda una serie de órganos. Estos son, como también he hecho saber a los lectores, idénticos a «máquinas» o «herramientas», cada una de ellas inventadas y producidas, en su primer comienzo, en laboratorios químicos, técnicos o talleres como resultados de experiencias anteriores, lecciones aprendidas, pensamientos y cálculos, manifestadas por ingeniosos inventores y científicos en mundos o globos desaparecidos hace mucho tiempo. Por eso no hay que creer que el cuerpo humano actual ha tenido o seguirá teniendo para siempre el mismo aspecto en su construcción y estructura, como el que tiene hoy. Las humanidades futuras, que primero tienen que pasar el estadio presente de evolución del hombre terreno en planetas futuros, tendrán cuerpos completamente diferentes y aún más bellos y más ventajosos que los que los hombres terrenos tienen hoy. En cambio, los cuerpos actuales de los hombres terrenos son mucho más perfectos que los de los hombres del pasado.


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