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| Índice de Exequias |
14. CAPÍTULO Que ocultistas excelentes y conocidos hayan dejado que sus cadáveres se quemen, no puede constituir una prueba de que la cremación no viole las leyes de la naturaleza El, hasta ahora, mayor redentor del mundo ha enseñado a los hombres que deben «conocer el árbol por sus frutos». Si, por lo tanto, como objeción a la anticremación se declarase que excelentes ocultistas, de renombre mundial, se han dejado quemar, tenemos que contestar, en el interés de la verdad, que esto no es absolutamente ninguna prueba de que la cremación sea de conformidad con las leyes de la naturaleza, sino una prueba absolutamente irrefutable de que estos ocultistas nunca, por lo menos no en el microcosmos, han tenido la posición espiritual, la absoluta autopercepción de su cohesión con el resto de la vida en el mundo y el consiguiente distanciamiento de la violación del quinto mandamiento, que sus seguidores en amor ciego, en entusiasmo e ignorancia les conceden. Tales ocultistas nunca, en sentido absoluto, se han sentido, en la luz brillante del espíritu santo, uno con el Padre en el microcosmos, no importa que excelentes especialistas, reformadores y líderes de hombres pueden haber sido en otros campos. Su aceptación de la cremación muestra que no han sido de ninguna manera especialistas en el microcosmos y, por lo tanto, sólo pueden ser mantenidos como autoridad en el tema de la cremación por ignorancia y entusiasmo.No menciono estas cosas aquí para denigrar, a los ojos del mundo, a estas personas, en sentido ordinario, amables y grandes, sino sólo para defender la verdad, de modo que su falsa posición en el área de la cremación no llegara a ser un obstáculo para la visión correcta del investigador espiritual actual en esta zona, de la misma manera que las presuntas autoridades y celebridades del pasado fueron un obstáculo desagradable para, entre otras cosas, las primeras informaciones sobre la esfericidad de la tierra, sus órbitas y relación al sol, a los planetas y el resto del universo. |
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