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Véase el símbolo nº 40 en nueva ventana Índice de La Imagen Eterna del Universo, volumen 4   

 

 
Explicación del símbolo n° 40
40.8  La zona luminosa de la izquierda representa la nebulosa del microcosmos, mientras que la zona luminosa de la derecha representa, en cambio, la nebulosa del macrocosmos. Entre estas dos zonas hay una línea punteada que pasa por la zona oscura que representa la materia. Esta línea representa la tendencia actual de la investigación científica terrena que va a "través" de la materia. La otra línea punteada que va hacia arriba, a "lo largo" de la materia, representa la tendencia que esta ciencia tomará con el cambio de curso mencionado aquí en este libro. Estas dos tendencias dentro de la investigación, ambas necesarias para expresar el legítimo "espíritu santo", existen como el más profundo factor desencadenante de la aparición del "signo de la cruz".
      Estas dos tendencias de la investigación aquí citadas, en las que se basa la experimentación de la verdadera identidad de la vida, sólo pueden expresarse de una manera física por medio de dos líneas que se atraviesan en dirección contraria. Pero está claro que dos líneas que se atraviesan son "el signo de la cruz". Y aquí tenemos, por lo tanto, el análisis más profundo que hay de este "símbolo" que, por medio del acontecimiento de Cristo, adquirió tanta actualidad para las naciones de occidente. La cruz es, en realidad, un signo o símbolo inconmovible de la perfección de toda percepción. La más elevada luz de la conciencia depende de la perfección de la percepción. La cruz es, de este modo, el irrefutable signo de la luz, de eternidad a eternidad, bastante independientemente de Cristo. Pero como la muerte de Cristo fue tan importante que se transformó en una redención del mundo y, de este modo, fue una manifestación de amor que todo lo irradia, y como esta muerte se consumó, precisamente, en una cruz, el signo de la cruz se hizo de nuevo visible, experimentó un renacimiento. Su identidad como "símbolo de la luz" fue ratificada de un modo inalterable y finalmente será venerada por todos los pueblos de todos los tiempos.


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