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Símbolo n° 25
El karma de la humanidad
25.1  La humanidad inacabada
Tal como sabemos por lo que antecede, la humanidad de la Tierra está dividida en naciones o estados. Como esta humanidad todavía está inacabada o es imperfecta, estas naciones están pobladas por seres humanos inacabados, es decir, por seres que aún tienen disposiciones animales y, en mayor o menor grado, tienen incipientes disposiciones humanas. Dado que las disposiciones humanas en la mayor parte de los seres humanos todavía son muy débiles, mientras que las disposiciones animales desempeñan un papel muy destacado en su modo de ser, debido a su tradición milenaria y a su vinculación a los seres, las naciones o estados formados por estos seres son, de un modo proporcional, animales en sus manifestaciones o modo de ser. El hombre todavía no puede vivir de acuerdo con las leyes y tradiciones del auténtico modo de ser humano que se le han dado y que son dirigidas por los redentores del mundo. Las naciones no envainan su espada, a pesar de que por medio de sus religiones se les hace saber que todos los que a espada matan a espada morirán (Mt. 26,52). Tampoco se ha generalizado el amar a sus enemigos y rogar por quienes les persiguen (Véase Mt. 5,44). De las setenta veces siete que hay que perdonar al enemigo (Mt. 18,22) se tiene incluso dificultad para perdonarle una sola vez.


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