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Véase el símbolo nº 24 en nueva ventana Índice de La Imagen Eterna del Universo, volumen 2   

 

 
Explicación del símbolo n° 24
24.10  El símbolo en su totalidad representa el globo terrestre con sus naciones, sus gobiernos, sus estados mentales inacabados o animales y su situación religiosa y cultural. Vemos que el símbolo está dividido en tres partes. Las dos terceras partes de la zona exterior del símbolo son de color naranja, lo cual significa que la energía mental básica dominante es la del peso. Esto significa, a su vez, que la situación dominante aquí es la mortífera y activadora de guerra. Observamos que el área del círculo interior está dividida en zonas de mayor o menor tamaño. Estas zonas simbolizan las naciones o estados de la Tierra pero, naturalmente, no su número. El círculo blanco de cada estado representa su gobierno, en cada uno de estos gobiernos hay una flecha que apunta en una dirección determinada. Por lo que respecta a las dos terceras partes inferiores, las flechas apuntan en dirección a las dos figuras en forma de estrella que aparecen a la derecha y a la izquierda del símbolo. Ambas figuras aparecen con los colores de la energía del peso. Esto significa que representan el principio mortífero, el ateísmo, el materialismo y la consiguiente gran cantidad no sólo de situaciones de guerra, sino también de todas las otras relaciones kármicas o de destino oscuro, como enfermedades, invalidez, aflicciones y preocupaciones demoledoras de los nervios. El hecho de que las flechas apunten en dirección a estas dos estrellas, que representan los ideales de la oscuridad en el mundo, simboliza que el hombre cree en ideales materialistas o ateos, cree en la ley de Moises: ojo por ojo y diente por diente, cree que hay que hacer guerra contra guerra. Estos seres no comprenden en absoluto que hay que envainar la espada porque quien a espada mata a espada muere. Creen que los otros son los responsables de su posible destino desdichado. Consideran el ideal de la venganza y el odio como el modo de ser absolutamente perfecto. Sus leyes y formas de gobierno están naturalmente influidas, en mayor o menor grado, por ello. Y esto conducirá a los seres humanos, en grado correspondiente, a la desgracia y el sufrimiento, es decir, a experimentar el odio y la venganza que ellos mismos han desencadenado contra otros.
      Por lo que respecta a la tercera parte superior del símbolo, vemos que las flechas de los gobiernos apuntan, en mayor o menor grado, lejos de los ideales mortíferos. Apuntan hacia arriba, en dirección al idealismo y el humanitarismo auténticos. Esto está representado por medio de la parte amarilla exterior de la parte superior del símbolo y por medio de la zona blanca, la amarilla y la de color naranja, así como por la estrella blanca. Estas figuras representan, conjuntamente, la redención del mundo. La estrella expresa el principio mismo de la redención del mundo. Las zonas de color naranja simbolizan las religiones primitivas y mortíferas, mientras que las de color amarillo simbolizan las religiones mundiales humanas. El área blanca significa la incipiente ciencia del espíritu, que sustituirá a todas las religiones mundiales y a todas las creencias en beneficio de una ciencia auténticamente cósmica, convertida en análisis cósmicos construidos de una manera lógica y posibles de controlar por una inteligencia relevante y un sentimiento y una intuición altamente desarrollados e intelectualizados.
      Las flechas de los gobiernos de la tercera parte superior del símbolo apuntan, en mayor o menor grado, hacia los ideales humanos. Los estados en cuestión tienen, por consiguiente, un cuerpo de policía y un sistema judicial para proteger a los habitantes contra los malos actos de otros seres. Desarrollan sin cesar disposiciones humanas para provecho y alegría de sus habitantes. Pero todavía falta mucho antes de que los estados se hayan liberado de sus principios animales, de su modo de ser belicoso y de su ambición. Aunque el símbolo esté dividido en tres partes, esto no significa que cada una de ellas representa, en sentido literal o con respecto al número, una tercera parte, sino que simboliza la tercera parte como la expresión más cercana estimada del objeto en cuestión. La ubicación de los estados en el símbolo es también representativa y no expresión de su lugar físico concreto. En las dos terceras partes inferiores puede, naturalmente, haber estados humanos y con una actitud espiritual, del mismo modo que, por supuesto, también pueden existir estados materialistas o inhumanos en la tercera parte superior del símbolo. Desde un punto de vista físico, los distintos estados se encuentran los unos en medio de los otros independientemente de su elevado o bajo estándar evolutivo.


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