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Véase el símbolo nº 6 en nueva ventana Índice de La Imagen Eterna del Universo, volumen 1   

 

 
Explicación del símbolo nº 6
6.11  La parte superior blanca representa el yo del ser vivo, también denominado "X1".
      La parte siguiente simboliza la parte eterna de la facultad creadora del yo, es decir, su facultad de experimentar y manifestarse, y se la denomina "X2".
      La parte inferior representa una prolongación temporal o "creada" de la "eterna" facultad creadora del yo bajo la forma de cuerpos o instrumentos orgánicos de manifestación y experimentación. A esta parte la hemos llamado "X3". Como estos tres fenómenos, agrupados bajo la denominación común de "X", forman una unidad inseparable que constituye "el ser vivo", éste se muestra en este símbolo de un modo gráfico como un principio trino con existencia eterna, que desde toda la eternidad y para toda la eternidad se ha garantizado a sí mismo una existencia inmortal.
      El color violeta indica el campo más elevado de energía que existe en la vida. A este campo lo hemos llamado "energía materna" o séptima energía básica, y en él se hallan enraizadas todas las funciones más importantes de la vida. En él se hallan también los más altos factores reguladores de ella: "el polo masculino" y el "polo femenino". Las partes redondas de colores simbolizan los núcleos de los talentos básicos del yo o "centros de espiral", los triángulos de colores a los que estos núcleos se hallan unidos dentro de la zona de "X2" representan una estructura orgánica eterna, gracias a la cual el yo puede crear sus estructuras variables y, por ello, perecederas. Como "X2" es, de este modo, la sede de los órganos supremos y eternos de la vida, hemos definido a esta zona como la "supraconciencia" del yo. A la zona concreta en la que estas altas funciones de la vida están enraizadas en la supraconciencia la hemos llamado "elemento de destino". El hecho de que ni este elemento ni la estructura de los polos estén indicados en el presente símbolo se debe a que trataremos estos temas más tarde en símbolos especiales.
      La parte inferior del símbolo, con las estructuras "creadas" del yo o prolongación temporal de su facultad creadora, constituye la "subconciencia" del yo. Las seis partes verticales de colores diversos simbolizan el ser vivo o las estructuras o cuerpos "creados" del yo, que son el soporte de su mentalidad y aquello por medio de lo cual éste experimenta su "conciencia diurna" despierta y su "conciencia nocturna". Estas figuras constituyen, consideradas de izquierda a derecha : "el cuerpo del instinto" de color rojo, "el cuerpo del peso" de color naranja, "el cuerpo del sentimiento" de color amarillo, "el cuerpo de la inteligencia" de color verde, "el cuerpo de la intuición" de color azul y "el cuerpo del recuerdo" de color añil claro. Estos cuerpos son estructuras provisionales de órganos, que pueden reemplazarse o transformarse según las necesidades pasajeras del yo en su vinculación cambiante a las distintas etapas de la escala de evolución. Cada uno de ellos está enraizado en su respectivo núcleo de talento básico en la estructura de la supraconciencia pero, en realidad, constituye con sus órganos "creados" sentidos físicos y espirituales y, de modo semejante, la estructura de la subconciencia. En virtud de la estructura de la supraconciencia y de la subconciencia, y de estos cuerpos de energía básica, se desencadenan las funciones concienciadoras y corporales del ser vivo, su experiencia y creación, su modo de ser transparente y sombrío, su aparición tanto con "conciencia diabólica" como con "conciencia de Cristo", su aparición como "hombre a imagen y semejanza de Dios".
      La figura con la cruz y las zonas sin color quieren simplemente indicar que el símbolo nº 6 representa lo mismo que el símbolo nº 5 con la única diferencia de que, mientras el nº 5 simboliza la visión o idea deficiente o primitiva que el hombre muy inacabado tiene del ser vivo, el nº 6 muestra la visión que el hombre con conciencia cósmica tiene del mismo ser.


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