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| Los análisis cósmicos y el amor al prójimo | 2659. Con esto, como conclusión de «Livets Bog», hemos dado un resumen concentrado de los análisis cósmicos del universo manifestados en esta obra y, con ello, de la propia Divinidad y de la solución del misterio de la vida. Este resumen concentrado es una visión de conjunto del largo camino que, en forma de dichos análisis cósmicos, hemos abierto a través de los enigmas y misterios del universo que, de lo contrario, habrían podido fácilmente convertirse en peligrosos laberintos y trampas para el investigador inexperto. Todo nuestro deseo, toda nuestra vida y existencia han sido crear este camino y hacer esto en absoluto y total contacto con la volunta de Dios. Por esto, hemos recibido toda esta gran ayuda, bendición y amor del Padre divino en nuestro trabajo. Y sólo por esto conseguimos felizmente hacer lo casi imposible posible, a saber: mostrar en la gran esfera de oscuridad o día de juicio final de la existencia terrena, física que el tono básico total del universo es amor culminante, es decir, que todos los procesos creadores existentes, que dan lugar a todo el universo, incluido también el presunto «mal», en sus resultados finales son exclusivamente para alegría y bendición de todos los seres que existen en este universo, sin ninguna excepción. Y es, así pues, como un suplemento eficaz a esta creación de la conciencia del hombre por la Divinidad que los análisis cósmicos se han manifestado. Estos análisis no son una respuesta a todo lo que, en resumidas cuentas, se puede preguntar sobre informaciones cósmicas, pero son un material absolutamente válido o más que suficiente para constituir el absolutamente infalible y único camino para salir de la oscuridad, para salir de la esfera de muerte del día de juicio final o cataclismo, es decir, para salir del estado de asesinato y homicidio, de las destrucciones y mutilaciones, de las enfermedades y aflicciones, de la necesidad y las preocupaciones, de la pobreza y miseria, de la opresión y humillación, de la superstición e ignorancia, de los celos y la envidia, del sistema de castas o diferencias artificiales de clases, de los destinos desdichados y tendencias al suicidio, de la lucha y las querellas sobre poder y riqueza, de maneras de ser necias e ilógicas y para entrar en el tono básico del universo, «el amor al prójimo», que en el hombre origina «conciencia cósmica» y, con la cual, él mismo se convierte en una iluminación soberana, se convierte en el camino, la verdad y la vida, se convierte en uno con Dios, se convierte en «el hombre a imagen y semejanza de Dios». Conducir al hombre a la propia experimentación de la verdadera y eterna verdad es, de esta manera, la absoluta misión de los análisis cósmicos. |
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