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| Por qué las religiones alrededor del mundo no se basan en análisis científicos, sino sólo en la fe en dogmas | 2648. En la medida en que el ser no ha alcanzado este estadio evolutivo, sólo puede experimentar las realidades o fenómenos cósmicos más altos de la vida por medio de las explicaciones, los símbolos y las parábolas que pueden dar los seres que han alcanzado la facultad cósmica de experimentar. Todas las religiones del mundo se basan en estas explicaciones, que han sido dadas en su forma más simple a la humanidad por medio de profetas y redentores del mundo como simples resultados o dogmas, sólo destinados a la facultad de creer de seres no intelectuales. Por esto, las religiones alrededor del mundo no están basadas en detalles precisos o análisis de la estructura cósmica del universo. Estos dogmas religiosos sólo muestran, con groseros detalles emotivos, un idealismo adecuado a los especiales estadios evolutivos que los seres en cuestión estaban experimentando. Aunque este idealismo contiene resultados más o menos cósmicos, estos resultados están, en la mayoría de los casos, convenientemente velados y hechos aceptables para la facultad de percibir vagamente o de instinto de los seres no intelectuales, que le da al ser la facultad de creer. Dichos resultados religiosos no están destinados a constituir verdaderos análisis científicos y controlables por la inteligencia. Sólo tienen, por consiguiente, importancia primordial para los seres que aún son dirigidos por su instinto religioso, que es tan fuerte que, independientemente de la inteligencia, pueden percibir vagamente o presentir la verdad, suficiente para ellos, de dichos resultados cósmicos. Para estos seres, la facultad de creer es, así, lo más importante de su religiosidad, mientras que la facultad de la inteligencia, en el mismo ámbito de su conciencia o psique, sólo es algo secundario de hecho, a veces totalmente fuera de uso en este ámbito. Estos seres son, así, dirigidos por su instinto religioso y facultad de creer en los dogmas y las autoridades. No es extraño que esta facultad de creer degenere, a medida que la facultad de la inteligencia se desarrolla en el ser y se convierte en lo más importante en su manera de percibir la vida, y exige que los resultados sean explicados intelectualmente como hecho verdadero. También es fácil comprender que se convierta en materialista si, precisamente, no tiene acceso a un análisis así, controlable, de los resultados cósmicos. |
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