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La simpatía de la bipolaridad o amor absoluto es el fundamento de la manera de ser de la Divinidad y los seres cósmicamente conscientes  2625. Mientras la unipolaridad es, de esta manera, un instrumento para la creación de la oscuridad, la bipolaridad es un instrumento para que los seres experimenten y creen la luz o el amor absoluto al prójimo. La verdadera simpatía de la bipolaridad no es de ninguna manera artificial. Es una energía verdaderamente divina producida por el paso del ser a través de la oscuridad del ciclo de la espiral. Es esta energía que, como sabemos, se expresa como el verdadero y absoluto «amor al prójimo». Diverge de la simpatía del enamoramiento o apareamiento en que es totalmente altruista. Es una facultad que lleva automáticamente a quien la origina a un contacto luminoso con la Divinidad y todos los seres vivos y alcanza, naturalmente, el clímax de su culminación en el hombre totalmente perfecto a imagen de Dios. Constituye, por consiguiente, el cumplimiento total de la ley de la vida o de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. La simpatía del ser bipolar hacia otro ser no es, así, una impetuosa simpatía momentánea, sino un atributo permanente e inalterable de quien la origina. Constituye un estado anímico permanente que irradia amor culminante y pura sabiduría, que todo lo penetran. En virtud de este estado, la manera de ser del ser se convierte inalterablemente, en todos sus resultados finales, en alegría y bendición para seres vivos. Es el fundamento de la propia conciencia y manera de ser de la Divinidad. Por medio de ella se desarrolla la facultad de la intuición, en virtud de la cual el ser vivo tiene acceso a la «conciencia cósmica», es decir, una estructura psíquica, orgánica por medio de la cual el ser estará en condiciones de experimentar el más alto conocimiento o la solución en sí del misterio de la vida. Es en virtud de esto que el ser se experimentará a sí mismo como siendo «uno con Dios».


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