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El mandamiento de amar al prójimo como a sí mismo sería imposible de cumplir si el ser en cuestión también tuviera que cumplir la ley del matrimonio  2619. ¿Cómo podría un amor al prójimo, que todo lo irradia, vivir en armonía con una simple simpatía de apareamiento o matrimonio? ¿Cómo podría un ser como Cristo cumplir las exigencias de un matrimonio, al mismo tiempo que cumplía las exigencias de su misión? Las exigencias de su misión fueron, claro está, un deseo que todo lo irradia, surgido del interior de su propia psique, de desplegar el amor y la sabiduría de Dios concentrados en su manera de ser, para ayudar a toda la humanidad. Todo su estado divino era, claro está, el efecto de su evolucionada naturaleza bipolar. Su anhelo de desplegar amor no habría podido satisfacerse, aparte de que, igualmente habría sido imposible que surgiese, si lo más importante para él hubiera sido estar atado por el requerimiento del matrimonio: Por esto dejará un hombre a su padre y a su madre y permanecerá con su mujer. Qué es un amor así junto a un amor que lleva a su origen a desear abrazar a todo el mundo, que lo lleva a ver a Dios en todas las cosas. ¿Cómo iban Cristo y todos los seres altamente evolucionados e iniciados a poder desplegar su amor universal, si tuvieran que cumplir las existencias justas de un cónyuge de abandonar a otros seres y solo permanecer junto a su cónyuge? ¿Cómo podría cumplirse el mandamiento de amor al prójimo de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, si esta exigencia no fuera algo que tuviera que cesar y el ser tuviera que transformarse de animal en hombre? Dejar al padre y a la madre o a otros seres, para permanecer junto a su pareja, no es otra cosa que lo que el animal puede prestar en el despliegue de su simpatía. Pero la ley de la vida exige inalterablemente un amor al prójimo o amor universal como objetivo de toda evolución, y no enamoramiento ni matrimonio. Y cuando se comprende que este amor, que esta manera de ser del amor que todo lo irradia es el tono básico de todo el universo, y que los seres no se liberarán totalmente de la oscuridad o de los destinos desdichados sin haber desarrollado en ellos este amor que los convierte en uno con Dios en su actitud hacia todo y todos, la absoluta necesidad, condicionante de vida, de la bipolaridad se convierte aquí en un hecho para el investigador evolucionado.


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