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Una administración de justicia que castiga y ejecuta no transforma a los hombres en cristianos  2577. Que los hombres constituyan la buena tierra para la semilla, los ideales o prescripciones morales más altas de la vida del cristianismo, no es, visto cósmicamente, nada que pueda ser dictado a ser o no ser, ni por ninguna forma de estado ni por leyes penales. Todos son lo que son por naturaleza o nacimiento y están limitados por el talento y la facultad humana que tienen por evolución. Al ser no se le puede obligar a ser lo que no es por evolución ni por medio de orientación ni de castigo. Si se pudiera obligar a los seres a tener otra psique que su psique innata, todos los hombres se habrían convertido en cristianos de corazón desde haría tiempo. A lo largo del tiempo, no han faltado ejecuciones, castigos, correccionales y cárceles para los que no tenían la evolución necesaria para seguir los ideales cristianos con respecto a no matar, no estafar, robar ni saquear, etc. ¿Y no siguen estando las cárceles llenas de seres que tienen que cumplir un castigo, porque no han cumplido los mandamientos cristianos? ¿Y no tiene, precisamente, la policía y la administración de justicia tanto trabajo que, directamente, hay largo tiempo de espera para las sentencias judiciales? ¿Y, acaso, se convierten los seres en cristianos a través de esta maquinaria penal y jurídica? ¿No contribuye esto, precisamente, a destruir y confundir la mentalidad de los seres en cuestión, manteniéndolos en reclusiones antinaturales y rodeados de malentendidos o total insensatez psicológica? ¿Puede esto eliminar a los presuntos «delincuentes» de la sociedad humana terrena?


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