Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(2396-2664,E) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

El surgimiento de los matrimonios desdichados  2561. Mientras en un hombre menos evolucionado o primitivo y en los animales el enamoramiento es tan fuerte que fácilmente, y sin dificultades, puede durar toda una vida terrena, a veces, por lo que respecta a los hombres, es tan fuerte que incluso puede unir a los mismos cónyuges en matrimonio a lo largo de varias vidas terrenas para, finalmente, cuando el principio matrimonial entre ellos ha sido vivido totalmente a fondo, hacer que sean hermanos. En un caso así, la nueva simpatía, o sea, la simpatía del amor al prójimo influye en cierto grado. Pero con el hombre intelectual avanzado no es así. Aquí la fuerza del enamoramiento es tan débil que sólo puede atar al enamorado a su objeto del enamoramiento durante un tiempo breve. Después, el interés por el cónyuge legal se debilita y, en el peor de los casos, también se debilita el interés por los eventuales hijos del matrimonio. Pero, como el instinto o deseo sexual del ser no ha disminuido, surge en él un hambre o añoranza sexual de satisfacer este instinto, pero no con la pareja habitual. La atracción o el deseo se ha ido debilitando, es más, incluso tanto que, en el peor de los casos, puede surgir un rechazo directo de desahogo sexual con la pareja matrimonial legal. Aunque, al comienzo, la atracción hacia una pareja sexual fuera del matrimonio es, en un ser así, tan fuerte que tiene absolutamente que divorciarse y casarse con el nuevo objeto de su enamoramiento, este enamoramiento ya no tiene el fuerte poder regulador sobre la psique del ser que ha tenido antes. Como ya se ha dicho, el ser se sacia con relativa rapidez de la nueva pareja y añora otra vez una nueva pareja sexual, y así sucesivamente. Que matrimonios formados por tales seres sólo pueden ser desdichados, tanto para los propios cónyuges como para sus eventuales hijos, es natural. Y es un talento para el matrimonio así, en degeneración, el que origina el estado psíquico de la humanidad civilizada terrena que, aquí en «Livets Bog» hemos designado como «la zona de los matrimonios desdichados».


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.