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Cuando la simpatía del apareamiento y la simpatía del amor al prójimo se infectan mutuamente  2558. A veces vemos que la forma pura anteriormente citada no puede mantenerse. En los seres en cuestión, hay, como ya sabemos, dos clases de simpatía: la simpatía del apareamiento y la simpatía que, en forma pura, se convertirá en el amor al prójimo condicionante de vida. Esta simpatía es, ciertamente, muy débil y, en relación con la simpatía del apareamiento o matrimonio, está en su incipiente estadio, pero crece, claro está, con la evolución. La simpatía del apareamiento, al contrario, no lo hace. Dado que, así, la simpatía del amor al prójimo crece en el ser, mientras la simpatía del apareamiento no crece, la primera de estas simpatías no podrá de ninguna manera evitar crecer adelantando a la segunda. Cuanto más se desarrolla o crece la simpatía de la amistad o del amor al prójimo, mayor tendencia tienen estos seres a relaciones de simpatía hacia seres fuera del cónyuge. Y cuanto mayor es esta tendencia de relaciones de simpatía con seres aparte del cónyuge, más allanan estas relaciones de simpatía el camino para la infidelidad en el matrimonio. Naturalmente, era más fácil para los seres permanecer junto a su cónyuge en un estadio evolutivo en el que, por así decirlo, lo único que ataba a los cónyuges a seres fuera del matrimonio era la conciencia de masas. Ahora que los cónyuges, tanto la mujer como el hombre, están rodeados de muchas personas fuera del matrimonio, por las que sienten gran simpatía, con las que tienen amistades profundas, surgen fuertes deseos de acariciarlas y ser uno mismo acariciado por estas mismas personas, por las que siente gran simpatía o afecto. De esta manera, este deseo se pone en sintonía con la longitud de onda de la simpatía ordinaria del apareamiento que, originariamente, sólo se tiene para el cónyuge. La simpatía hacia los seres ajenos al matrimonio se convierte, entonces, en sexual. Surge un fuerte deseo de satisfacción sexual con los seres de sexo contrario del círculo de amigos. Y, así, el amor al prójimo o la nueva simpatía ya no está más en forma pura. Ahora está sexualmente infectada con la simpatía del apareamiento, y la simpatía del apareamiento está infectada con la simpatía del amor al prójimo. Y, como consecuencia de ello, el ser ya no sigue siendo en su psique un ser de matrimonio o apareamiento en forma pura. Es un ser formado por una mezcla. Sus sentimientos de simpatía son una mezcla de instinto de apareamiento animal y tendencia al amor al prójimo, aunque luche contra su deseo o anhelo de un acto de apareamiento fuera del matrimonio. La creciente facultad de amor al prójimo del ser hace que su talento para el matrimonio esté degenerando de manera creciente, y seguirá degenerando hasta que la simpatía del apareamiento se haya convertido en latente y, con ello, la unipolaridad haya cesado en el ser.


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