Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(2396-2664,E) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

La degeneración de la unipolaridad ha llevado al hombre a «la zona de los matrimonios desdichados»  2556. La facultad de amor al prójimo es, así, por el momento el gran objetivo cósmico de la evolución del hombre terreno, en el cual la unipolaridad está, en gran medida, degenerando. El amor es la conciencia y la manera de ser de la conciencia del hombre totalmente perfecto, al igual que de la Divinidad. La simpatía del apareamiento en forma pura es la manera normal de ser de los animales. Y cuanto menos evolucionado está el hombre, más cerca está del animal. Y su manera de ser se convierte, en grado correspondiente, en semejante a la de los animales, basada solamente en el egoísmo. El animal normal no puede en absoluto amar a su prójimo como a sí mismo, para lo que de ninguna manera tampoco está creado, debido a su unipolaridad. Aquí no hay que contar con los animales que han sido mimados por los hombres y, así, han dejado su existencia normal, debido a la demasiado sobredimensionada psique del animal por la larga influencia de los hombres. En ciertos animales bastante evolucionados, esta influencia de la simpatía de los hombres puede crear una especie de resonancia en su vida afectiva, por otra parte muy unipolar, y hacer que ésta se manifieste en forma de una fuerte simpatía hacia el hombre en cuestión. Pero esta simpatía es prácticamente una simpatía unipolar, del mismo tipo que la simpatía asexual que el animal siente hacia su descendencia, pero fuertemente estimulada de una forma no natural, debido a la influencia ejercida por el hombre e irresistible por parte del animal. Cuando los hombres, aparte de su conciencia de masas condicionante de vida, comienzan a sentir una simpatía por sus semejantes, que no es impulsada por el acto de apareamiento, la evolución del humanitarismo o simpatía del amor al prójimo ha comenzado en su psique. Este incipiente desarrollo de la simpatía en el hombre terreno es originado por su progresivo crecimiento en la bipolaridad. En este ser existen, por consiguiente, dos clases de simpatía, a saber: la simpatía ordinaria del apareamiento o matrimonio, soportada por la unipolaridad, y la simpatía hacia los seres o amor al prójimo que, en su forma pura, es soportada por la bipolaridad. En la mayor parte de los hombres, la simpatía dominante sólo es la de apareamiento o matrimonio. La simpatía de amor al prójimo todavía se encuentra en su incipiente comienzo. En la mayoría está muy, muy lejos de su definitivo punto culminante. Esta gran multitud está atada al estado de vida todavía concebida por ella como el único normal, es decir: el estado de matrimonio o apareamiento, a pesar de que está tan claramente degenerado que el estadio que justamente corresponde al hombre terreno sólo puede expresarse como «la zona de los matrimonios desdichados».


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.