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| La transformación de la constelación de los polos, y la consiguiente degeneración de la parte animal de la conciencia del hombre | 2543. La transformación que ha hecho del animal un ser mezcla de animal y hombre sigue su curso, lo entiendan los hombres, o no lo entiendan, luchen contra ella o no luchen. Si los hombres intentan forzar esta evolución, esto lleva al sufrimiento, del mismo modo que sucede lo mismo si buscan retrasarla. Ambas formas de sufrimiento llevan al ser de regreso a la normalidad de su estado evolutivo. Los órganos principales de estos dos estados de conciencia de la psique del ser son, por consiguiente, los dos polos sexuales del ser. La parte animal de la conciencia es sostenida por el polo masculino del hombre y el femenino de la mujer, mientras la parte humana es sostenida por el polo femenino del hombre y el masculino de la mujer. Con este crecimiento del polo contrario del ser y su creciente dominio de su psique y manera de ser, el polo ordinario pierde en el ser el estado sobredimensionado al que hasta ahora ha dado lugar. De este modo, el estado de conciencia animal disminuirá después de haber pasado «el estado de conciencia diabólica», y de que el ser haya experimentado los sufrimientos producidos por él. Esta disminución de los atributos animales continúa hasta que pasan totalmente bajo el control del polo contrario, y sólo se manifiestan en contacto con la parte de conciencia de este polo o ámbito humano de la psique del ser en cuestión. Entonces pasan a existir en la manera de ser del ser como su protección para que no se convierta en la sobredimensionada o ilógica manifestación de simpatía que conocemos como «ingenuidad». La manera de ser perfecta del hombre normal se convierte aquí en amor verdadero. |
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