Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(2396-2664,E) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

El hombre terreno es un «animal» que se está transformando en «hombre»  2541. A partir de estas funciones del sexo masculino y del sexo femenino en forma pura, que constituyen la manera de ser del animal altamente evolucionado, estamos en condiciones de juzgar la psique y manera de ser del hombre terreno. Vemos que esta manera de ser provoca acciones que, en realidad, no pertenecen al estado de fecundación y apareamiento animal. Y cuanto más evolucionado está este ser, mayor es el ámbito de funciones o manera de ser que no existe en los animales. Pero, al mismo tiempo, el ámbito que el hombre terreno tiene en común con el animal, es decir, el instinto de apareamiento, el talento para el matrimonio, la facultad de enamoramiento, el deseo o hambre de tener hijos es, de manera correspondiente, menor. Este ámbito está decreciendo, está degenerando, mientras el ámbito nuevo, o sea, el que conocemos por análisis anteriores como el ámbito humano puro, y que sólo se encuentra en los animales en estado de embrión, está creciendo. Cuando esta conciencia de apareamiento o matrimonio está, así, degenerando y, según lo dicho anteriormente, se convierte en «la zona de los matrimonios desdichados», mientras un estado nuevo está empezando a irrumpir en la psique del hombre terreno, se convierte aquí en un hecho que el hombre terreno se encuentra en un proceso de transformación. Que este proceso de transformación no es en sí mismo ninguna desviación ni anormalidad es evidente, puesto que se deja sentir en cada hombre, y es más evidente cuanto más evolucionado está el ser en cuestión. Para cada hombre normal es un hecho que tiene un ámbito de conciencia que el animal sólo tiene en estado de embrión. El hombre es, así, de manera absoluta, un animal que se está transformando en hombre.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.