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| La idea del matrimonio como una tradición eterna para el ser y las consecuencias de este concepto erróneo | 2538. No es extraño que aquí haya confusión, dado que el matrimonio ha sido una tradición religiosa que ha sido el absoluto fundamento soportador del mantenimiento de la vida de toda la humanidad. La religión mandaba que un hombre tenía que abandonar padre y madre y estar con su esposa, y la esposa tenía que estar con su esposo. Además se decía que el hombre es la cabeza de la mujer, al igual que Cristo lo es de la comunidad. Y, en la celebración del matrimonio en la iglesia, el hombre y la mujer se hacían mutuamente la promesa de fidelidad eterna. Y así ha tenido lugar generación tras generación desde tiempos inmemoriales. Aunque no se haya celebrado siempre según los rituales y reglamentos cristianos, también ha sido, sin embargo, una tradición santa bajo otras formas religiosas. El matrimonio ha sido, así, percibido en gran medida como una tradición absolutamente santa, un estado normal, perpetuo para la existencia física de los seres. No se ha pensado en absoluto en que tenía que tener lugar un cambio. Y donde este cambio empieza a entrar en vigor en los hombres y, de esta manera, los lleva a desviarse del grupo, esta desviación se ve con antipatía, es más, en el peor de los casos como un delito que, incluso, ha podido significar encarcelamiento y pena de muerte. |
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