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Lo que va a hacer salir a la humanidad de los horrores del día de juicio final no es la ciencia materialista ni los dogmas religiosos, sino, al contrario, las experiencias de sufrimiento  2522. Lo que ha producido los horrores del día de juicio final es la ignorancia, casi total, de los hombres con respecto a la materia espiritual o psíquica. La materia espiritual y la creación de los hombres con ella es lo mismo que la creación de sus anhelos, deseos y vicios. La creación de estos deseos con materia espiritual es, a su vez, lo mismo que la función de pensamiento del ser. Esta función de pensamiento es un proceso de creación, al igual que lo es la creación que los hombres realizan con su cuerpo físico. Que toda creación en la zona física tiene que ser lógica para poder cumplir la finalidad de su creación, es algo natural. En caso contrario, se convierte en una decepción o catástrofe mental para su origen. De la misma manera, toda creación mental o física, es decir, la función de nuestro pensamiento, se convierte en catástrofes o ruina, decepciones, enojo, amargura e ira si no pensamos lógicamente. Estos fenómenos son desviaciones de lo humano en el hombre o de lo verdaderamente bueno. Lo que hará que la humanidad abandone la oscuridad del día de juicio final no es, por consiguiente, la ciencia materialista, al igual que tampoco es el principio religioso en la interpretación anticuada, que todavía se impone. Será, al contrario ante todo, por medio de la acumulación de experiencias que la humanidad adquiere a través de los horrores y dificultades del día de juicio final.


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