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| La humanidad en la época de juicio final y predicciones bíblicas, la conciencia diabólica o lo animal del hombre que iba a alcanzar un gran despliegue, precisamente, en la época de juicio final | 2517. Es cierto que el mundo tiene las grandes religiones mundiales humanas con su correspondiente multiplicidad de iglesias y templos, casas de culto y de oración, autoridades religiosas, plantilla de sacerdotes y predicadores, además de sectas religiosas y asociaciones con cursos muy distintos, al igual que se siguen construyendo nuevas iglesias y templos desde donde también se prescribe humanitarismo o amor al prójimo, y esta situación ha durado milenios, pero, no obstante, el día de juicio final se va extendiendo con cada vez más degeneraciones o desviaciones de este estado de cultura, sostenido por estas prescripciones morales. Dado que las religiones mundiales han perdido su poder para una inmensa parte de la humanidad con poder material, o sea, la que gobierna el mundo, no es extraño que el día de juicio final tuviera que surgir. Un mundo, que es gobernado por almas sin Dios o totalmente ignorantes en el ámbito cósmico, es imposible que sea expresión del reino de paz que en las religiones se expresa como «el reino de Dios». Ni siquiera puede convertirse en un «reino humano» verdaderamente perfecto, puesto que estas almas gobernantes, pero todavía inacabadas, están en muy alto grado dominadas por la naturaleza animal intelectualizada que existe en ellas. Como es sumamente inhumana y crea condenas a muerte, ejecuciones, castigos, es más, incluso a veces tortura, el mundo está así, en el mismo grado que es gobernado por tales seres, dictado por leyes originadas por la mentalidad más o menos predominantemente animal. Si los hombres no hubiesen, precisamente, recibido este fuerte intelectualismo que se alza por encima de los animales, la esfera de los hombres terrenos no habría sido mejor ni peor que la de los animales. Como ya hemos mencionado anteriormente, es este relevante intelectualismo, que los hombres tienen frente a los animales, lo que hace que estos hombres en un grado mucho más alto puedan refinar y reforzar las tendencias animales convirtiéndolas en la capacidad belicosa de la psique que hemos llamado «conciencia diabólica». El mundo es gobernado, hasta un cierto grado, por esta conciencia diabólica, lo cual concuerda con la expresión bíblica del Apocalipsis de San Juan sobre «la bestia» que había recibido el poder, y a la que «toda la Tierra, asombrada, seguía»: «y adoraron a la bestia diciendo: ¿Quién hay semejante a la bestia? y ¿quién podrá lidiar con ella?» Y, así mismo, se continúa diciendo en la misma revelación sobre la naturaleza animal, intelectualizada del hombre terreno, que, por lo tanto, aquí se expresa como «la bestia»: «También le fue permitido hacer guerra a los santos y vencerlos. Y se le dio potestad sobre cada tribu y pueblo y lengua y nación». Esta naturaleza animal intelectualizada del hombre terreno bajo la expresión «la bestia», que aquí, en «Livets Bog» hemos expresado como «conciencia diabólica», es idéntica a lo que en la Biblia simbólicamente también se expresa con los conceptos «la serpiente, el diablo o satanás». De esta manera, estos conceptos no expresan, en absoluto, ningún ser ni individuo especial. Sólo expresan exclusivamente un principio mental especial que se despliega como «lo animal» en el hombre. Es, por consiguiente, este principio en forma intelectualizada, pero sin un correspondiente humanitarismo o amor al prójimo intelectualizado, lo que hoy se despliega en la manera de ser de la humanidad como cataclismo o día de juicio final. |
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